Ahmed Ahmed, el nuevo presidente de la CAF (Confederación Africana de Fútbol) parece seguir los pasos de su antecesor Issa Hayatou que acabó perdiendo su cargo por diversos casos de evidente ilegalidad en la concesión de derechos de televisión de sus competiciones. La Comisión Africana para la Libre Competencia (COMESA) emitió el mes pasado un informe que prueba las violaciones en los contratos entre la CAF y la compañía francesa que lidera Arnaud Lagardère, de la cual es socia e inversora la qatarí BeIN Sports. El grupo Lagardère fue fundado por Jean-Luc y abarca múltiples campos, desde el armamento a los media. Los investigadores de este organismo exigirán a Ahmed Ahmed, que rectifique durante la crucial reunión que mantendrán este jueves en El Cairo. El caso podría estar relacionado con las investigaciones de la fiscalía suiza sobre la relación entre el ex secretario general de la FIFA, Jerôme Valcke, y BeIN Sports en la negociación de derechos televisivos de la Copa del mundo.
Issa Hayatou ya no lleva el timón de la Confederación Africana de Fútbol (CAF), pero pocas cosas han cambiado en el balompié africano desde la precipitada e inesperada salida del histórico dirigente camerunés que llegó, incluso, a ser presidente interino de la FIFA, tras perder en marzo unas elecciones que creía iban a ser un mero trámite a su favor.Han pasado casi siete meses desde que se produjera el cambio en la presidencia de la CAF y una delegación de la Comisión Africana para la Libre Competencia (COMESA) acaba de aterrizar en El Cairo para celebrar este jueves una reunión con Ahmed Ahmed, el nuevo presidente de la CAF. En ella se le pedirán explicaciones al hombre que suplió a Issa Hayatou sobre los motivos en la demora del cumplimiento de las promesas electorales que hizo durante la campaña presidencial en lo que se refiere a la reconsideración de los contratos comerciales de la Confederación. Ahmed denunció en la citada campaña las presuntas irregularidades cometidas por su oponente en la concesión de los derechos televisivos sin realizar licitaciones públicas y por espacio de 12 años a la empresa francesa Lagardère, circunstancia que violaba de manera flagrante las leyes de competencia. Por si eso fuera poco, Hayatou ya había concedido semejante privilegio a la misma compañía, pero con otro nombre, casi una década atrás.
El informe final emitido por COMESA, el pasado mes de septiembre, confirmó en principio sus sospechas de que la CAF había violado las reglas básicas de la leal competencia en más del 70% de los contratos realizados con Hayatou al mando, haciendo especial hincapié a los contratos firmados con Lagardère y la empresa multinacional Adidas. Al mismo tiempo exigió a la Confederación Africana que tomara medidas inmediatas para revocar dichos acuerdos y evitar así las consecuencias legales y económicas de una posible denuncia del propio COMESA al incurrir en un grave delito financiero que podría alcanzar hasta el 10% del total de sus ganancias.
Fuentes cercanas a la citada comisión, una entidad de carácter económico que aglutina a las veinte economías más fuertes de África, afirmaron que existe un creciente malestar entre sus miembros con el nuevo hombre fuerte de la CAF por haber hecho la vista gorda, hasta el momento, en este delicado asunto y no haber ni siquiera reconsiderado la posibilidad de invalidar un contrato, como el de los derechos de televisión, que él mismo calificó durante su campaña presidencial de “poco ético e ilícito”.
De hecho, Ahmed no ha dado signos serios en ningún instante de abrir investigaciones internas sobre este asunto, lo que ha llevado a los miembros del COMESA a la creciente sospecha de que el dirigente malgache de 57 años está siguiendo exactamente los mismos pasos corruptos de su predecesor en el cargo. Los recientes registros en las sedes de beIN sports por parte de las autoridades de Francia, Grecia, España e Italia, luego de la solicitud realizada por la fiscalía suiza en un intento por desentrañar las sospechosas circunstancias que rodearon a la compra de los derechos de televisión de los Mundiales de 2026 y 2030, amén de establecer la naturaleza de las relaciones entre el ex secretario general de la FIFA, Jerôme Valcke, y la cadena qatarí BeIN Sports, estarán también sobre la mesa en la reunión de este jueves entre COMMESA y la CAF.
Y es que las investigaciones de la fiscalía suiza también han revelado las circunstancias en absoluto diáfanas que rodearon a la compra de los derechos televisivos y comerciales de las últimas Copas de África de naciones, así como la controvertida naturaleza de una relación similar entre Hayatou y Lagardère. No en vano, la compañía francesa pasa por ser el brazo armado de BeIN Sports en el terreno de la adquisición de los derechos de televisión, dado que la poderosa compañía audiovisual qatarí posee el 21% de las acciones de Lagardère, circunstancia que la relaciona sospechosamente con el ex dirigente camerunés. Conviene recordar que Ahmed Ahmed llegó a calificar dichos contratos de “inválidos y corruptos” e incluso aseguró que si salía elegido como presidente de la CAF sus primeros proyectos de ley irían encaminados a reconsiderarlos uno por uno y a revocarlos si existían pruebas irrefutables, como así ha sucedido, de prácticas ilícitas.