La coronación de Fátima Bosch como Miss Universo 2025, que otorgó a México su cuarta corona, quedó rápidamente eclipsada por las explosivas acusaciones de Omar Harfouch, el exjurado que renunció días antes de la final denunciando falta de transparencia en el certamen. Tras conocerse el resultado, el pianista y empresario libanés afirmó que la victoria de Bosch estuvo “predeterminada” y que la organización actuó con claros conflictos de interés.
Harfouch, quien ya había generado controversia al abandonar su puesto en el panel de jueces por la existencia de un supuesto “jurado improvisado” que seleccionó a las semifinalistas, elevó aún más el tono al asegurar en Instagram que predijo la victoria de la mexicana 24 horas antes en un programa de HBO. Según su versión, el propietario de Miss Universo, Raúl Rocha, mantiene negocios con el padre de Bosch y le habría pedido directamente que votara por ella en una reunión en Dubái, porque “sería bueno para nuestro negocio”.
Las denuncias aparecieron después de un mes turbulento para el certamen, marcado por tensiones internas y episodios polémicos, como la reprimenda pública del director del evento en Tailandia, Nawat Itsaragrisil, hacia Bosch por no publicar contenido promocional. Aun así, fue el testimonio de Harfouch —un jurado con trayectoria artística internacional— el que desató la mayor crisis, alimentando teorías de favoritismo y manipulaciones dentro del concurso.
Hasta el momento, Miss Universo no ha emitido un pronunciamiento oficial sobre estas graves acusaciones, mientras el escándalo sigue creciendo y la legitimidad de la nueva reina continúa bajo escrutinio mundial.



