La tormenta tropical Melissa se formó en el mar Caribe, lo que demuestra que la temporada de huracanes del Atlántico de este año no terminará tranquilamente.
Melissa podría azotar el norte del Caribe con lluvias torrenciales y fuertes vientos a medida que se fortalece sobre aguas extremadamente cálidas esta semana. El riesgo de peligrosos deslizamientos de tierra también podría aumentar significativamente en República Dominicana y Haití, si se conjugan ciertos factores atmosféricos.
Melissa se movía a unos 480 kilómetros al sur de Puerto Príncipe, con vientos máximos sostenidos de 80 km/h a última hora de la mañana del martes, según el Centro Nacional de Huracanes de EE.UU. (NHC, por sus siglas en inglés).
Se espera que alcance la categoría de huracán para el sábado, según el NHC, pero aún es difícil determinar con exactitud su intensidad a partir de ahí.
Se ha emitido una alerta de huracán para partes de Haití y una alerta de tormenta tropical está vigente para Jamaica.
Existe una probabilidad baja, aunque no nula, de que Melissa impacte directamente el territorio continental de Estados Unidos, aunque aún se están estudiando los detalles. Es mucho más probable que Puerto Rico reciba parte de la lluvia del ciclón tropical.
Esto es lo que sabemos hasta ahora.
Días de lluvia y viento
La trayectoria exacta de Melissa aún es difícil de precisar, pero hay dos escenarios principales que los meteorólogos han estado monitoreando durante días. Uno podría significar un desastre para partes de La Española, mientras que el otro podría llevar a Melissa cerca de Centroamérica.
Ambos escenarios implican que Melissa primero permanezca sobre el mar Caribe durante varios días esta semana, agitando el mar y causando mal tiempo en las islas dentro de su alcance.
Desde allí, Melissa podría virar hacia el norte a finales de la semana y potencialmente pasar sobre La Española durante el fin de semana, fortaleciéndose hasta convertirse en un huracán de categoría 1 para el sábado por la mañana. Este es el escenario que refleja la trayectoria del sistema, según el NHC.
Melissa es la decimotercera tormenta tropical con nombre de la temporada, pero es la primera en agitarse en el mar Caribe. La falta de ciclones permitió que el Caribe se calentara tanto que sus aguas ahora son básicamente combustible para esos sistemas.
Si Melissa aprovecha esa energía, podría explotar con fuerza, algo que ocurre con mayor frecuencia a medida que el mundo se calienta debido a la contaminación por combustibles fósiles. Tan solo este año, tres de los cuatro huracanes del Atlántico hasta la fecha experimentaron una intensificación extremadamente rápida: Erin, Gabrielle y Humberto.
Melissa podría dejar más de 30 centímetros de lluvia en partes de La Española. Aún no se sabe con certeza qué zonas de República Dominicana y Haití sufrirían las lluvias más intensas, pero la combinación de lluvias torrenciales y terreno montañoso es una receta para peligrosas inundaciones repentinas y deslizamientos de tierra.
Melissa también podría producir una cantidad considerable de lluvia en Puerto Rico, en este escenario, con posibles inundaciones repentinas y deslizamientos de tierra.
Como alternativa, aún existe la posibilidad de que Melissa pierda su oportunidad de virar hacia el norte y, en su lugar, simplemente avance lentamente hacia el oeste sobre el Caribe hasta acercarse a Centroamérica, posiblemente a Nicaragua u Honduras, la próxima semana. Podría tocar tierra allí o dar un giro muy tardío hacia el norte y dirigirse a Cuba.
En este escenario, el norte del Caribe probablemente seguiría recibiendo algunos días de lluvia y viento, pero las precipitaciones totales serían menores, al igual que el riesgo de inundaciones, ya que Melissa se desplaza constantemente hacia el oeste.
Entonces… ¿impactará en EE.UU.?
Es poco probable, aunque no del todo imposible, que Melissa impacte directamente en el territorio continental de EE.UU. En este momento, el impacto más probable del ciclón podría ser en forma de oleaje fuerte y corrientes de resaca a lo largo de la costa este la próxima semana.
Florida podría estar en juego si Melissa se mantiene como un ciclón más débil durante más tiempo y vira hacia el norte más tarde de lo previsto. En ese caso, Cuba y partes de Bahamas también podrían verse afectadas por el viento y la lluvia.
Las probabilidades de que un huracán toque tierra en EE.UU. disminuyen considerablemente a finales de octubre y principios de noviembre, pero ha habido excepciones notables al final de la temporada. Recientemente, el huracán Nicole azotó Florida como categoría 1, a principios de noviembre de 2022, y el huracán Zeta azotó Louisiana como categoría 3, a finales de octubre de 2020.
A medida que Melissa continúe desarrollándose en los próximos días, su trayectoria, fuerza y amenazas se harán más evidentes.
La temporada de huracanes en el Atlántico finaliza oficialmente el 30 de noviembre, aunque aún se pueden formar sistemas tropicales después de esa fecha.
Con información del meteorólogo Chris Dolce, de CNN.
TOMADO DE CNN