Al menos 600 personas murieron y unas 2.000 resultaron heridas después de que un fuerte terremoto de magnitud 6,0 y varias réplicas sacudieron en la noche del domingo 31 de agosto el este de Afganistán, informaron fuentes oficiales.
"En los distritos de Nurgal, Sawkay, Watapur, Dara Pech y Chapi Dara, aproximadamente 600 personas han muerto, unas 2.000 resultaron heridas y cientos de viviendas fueron destruidas", declaró Ihsanullah Ihsan, director de Información y Cultura en Kunar, una de las provincias afectadas.
El Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS) situó el epicentro del sismo principal, de magnitud 6,0, a 27 kilómetros al este de la provincia de Nangarhar y a una profundidad de ocho kilómetros, lo que suele amplificar el poder de destrucción.
Al temblor inicial, registrado a las 23:47 del domingo hora local, le siguieron al menos dos réplicas de magnitud 5,2.
Notable quake, preliminary info: M 6.0 - 27 km ENE of Jalālābād, Afghanistan https://t.co/hE9lf5oIhx
— USGS Earthquakes (@USGS_Quakes) August 31, 2025
Los equipos de rescate trabajan desde la madrugada para localizar sobrevivientes entre los escombros, aunque las operaciones se ven dificultadas por los deslizamientos de tierra que han bloqueado carreteras clave en Kunar y Nuristán. Las autoridades temen que el balance aumente a medida que se accede a las zonas más remotas.
Los terremotos se sintieron con fuerza en las provincias orientales de Kunar, Nangarhar, Nuristán y Laghman, y las sacudidas alcanzaron también a Kabul, la capital.
Los talibanes reconocieron la magnitud del desastre. "Lamentablemente, el terremoto de esta noche ha causado muertes y daños materiales en algunas de nuestras provincias orientales", escribió en la red social X el portavoz, Zabihullah Mujahid.
"Los funcionarios locales y los residentes están actualmente involucrados en labores de rescate. Equipos de apoyo del centro y de provincias cercanas también están en camino, y se utilizarán todos los recursos disponibles para salvar vidas", añadió.
La provincia de Kunar, hasta ahora la más afectada, esta situada en la frontera con Pakistán, en la cordillera del Hindu Kush. La precariedad de las carreteras y un acceso casi inexistente a las comunicaciones en las zonas rurales dificultan la evaluación de daños y la coordinación de la ayuda.