Los socios del Corinthians aprobaron la destitución de Augusto Melo como presidente, en medio de un escándalo por supuestos nexos con el crimen organizado. En la asamblea general votaron más de 2000 asociados: 1413 a favor y 620 en contra. Melo ya había sido suspendido en mayo por el Consejo Deliberativo, tras ser señalado por la Policía Civil de San Pablo por irregularidades en un contrato de patrocinio con la casa de apuestas “Vai de Bet”.
De acuerdo con la investigación, parte de los fondos habrían sido desviados a una empresa vinculada al Primer Comando de la Capital (PCC), la mayor organización criminal de Brasil. El Ministerio Público de San Pablo exige que Melo y otros dirigentes indemnicen al club con 40 millones de reales (unos 7,2 millones de dólares).
El expresidente llegó temprano a la asamblea, pero se retiró antes de que se confirmara su salida, escoltado por seguridad. Al intentar usar su vehículo, descubrió que le habían robado las cuatro ruedas, cerrando así un día que marcó el fin de su controvertida gestión.