Cristiano Ronaldo y Al Nassr no han tenido la temporada que se habían marcado como objetivo. Ni de lejos. Sin títulos y, sobre todo, sin plaza en la próxima Champions asiática. La ausencia de logros, ha desatado un terremoto en el club y cuando eso sucede en una entidad saudí, los cambios llegan en toda la estructura y afecta al terreno de juego, banquillo y las altas esferas. Mientras, el delantero ha recibido una propuesta del fútbol brasileño, considerada fuera de mercado por la importancia de la misma.
El malestar del portugués ha sido evidente en los últimos partidos, especialmente tras la derrota ante el Al Ittihad, que terminó con CR7 marchándose a la carrera y sin pasar por el vestuario. Pidió refuerzos y aunque llegó Durán en enero no ha sido suficiente para enderezar el rumbo competitivo del club, cuyos dirigentes han visto que los títulos no llegan con el ex del Real Madrid vistiendo la amarilla camiseta del Al Nassr, tanto que esa renovación que tenían casi sellada, se está evaporando por momentos.
Cierto es que el impacto CR7 ha multiplicado por diez la importancia del fútbol saudí, pero a los clubes le exigen resultados y más ahora que poco a poco están pasando a ser empresas privadas las que gestionen sus resultados (deportivos y económicos).
De manera paralela y mientras se desencadena la tormenta en el Al Nassr (Al Hilal, el otro grande está en circunstancias parecidas), el entorno del futbolista ha recibido una importante oferta de un equipo brasileño. Lo que en un principio parecía un movimiento de mercado sin mayor recorrido, está cuajando en algo que se puede transformar en una oferta fuera de mercado y con importantes aportaciones de inversores ajenos.
Se concrete o no, el fútbol saudí ha asistido a un cambio total y absoluto en menos de un año. Karin Benzema y la estructura del Al Ittihad han sido capaces de echar abajo a los que parecían dominar. Ni Al Nassr ni Al Hilal, es decir Cristiano Ronaldo y Neymar (despedido hace meses), han podido con la gestión con sentido y lógica de Ramón Planes y compañía con el exmadridista de referencia absoluta.
Ahora el dilema lo tiene Cristiano Ronaldo, la oferta es tentadora y le abriría la posibilidad de participar en el Mundial de Clubes. Adaptado a la perfección a la vida saudí, llega el momento de las decisiones y lo que era un escenario perfecto, ya no lo es tanto. Y todo por culpa de los malos resultados.
TEXTO TOMADO DE MARCA