Ilia Topuria (Halle, Alemania, 27 años) cumplió una vez más con su promesa y defendió con éxito, por primera vez, su corona en la división del peso pluma de la UFC, la gran promotora de las artes marciales mixtas mundiales. Venía repitiendo una y otra vez que la victoria ya era suya, como acostumbra, y no se equivocó. O no del todo. No logró el KO ni en el primer ni en el segundo asalto, pero si poco después de comenzar el tercero, el primer humano en noquear a Max Holloway (Honolulu, Hawái, 32 años). Su entrenamiento a destajo y estudiado al milímetro volvió a dar sus frutos, dejando por el camino a otra auténtica leyenda de las MMA, que no pudo aguantar la potencia y perseverancia de El Matador sobre el octágono.
Después de un intercambio brutal, centrado en el boxeo y las mejores armas de cada contendiente, Topuria tocó fibra nada más arrancar el tercer asalto y aceleró cuando se percató que uno de sus derechazos dejó tocado a Holloway. Una combinación poderosa, derecha, izquierda y derribo al suelo, donde terminó con más golpeos, sentenció a un rival que jamás había caído de esta guisa en 34 combates.
El cinturón ganado a pulso en Anaheim el pasado mes de febrero contra otro mito, el australiano Alexander Volkanovski, se queda en la cintura de Topuria. El intachable historial del hispano-georgiano en 2024 apuntala un legado pionero en España y Georgia que empieza a trascender las fronteras de los dos países que le celebran por todo lo alto. Tras cargarse a dos iconos de la disciplina fiel a su convicción absoluta en la victoria, acompañando palabras gruesas con hechos contrastados sobre la lona, puede presumir de un historial intachable: 16 victorias y ninguna derrota, la mitad de ellas ya con la UFC. El luchador cuenta con diez nocauts, ocho sumisiones y dos decisiones que le sitúan en la cúspide de la compañía, un palmarés que ya tiene poco a envidiar con los grandes de la historia a estas alturas.
El ascenso de Topuria ha sido sideral, y es que hace cuatro años, en plena pandemia y en el mismo escenario lustroso de Emiratos Árabes Unidos, empezó su cuento de hadas con la promoción reina de las MMA. El chaval que abandonó su país por culpa de la guerra y llegó con la etiqueta de especialista en el suelo -normal vistos sus orígenes en la lucha grecorromana-, se ha transformado en un martillo pilón capaz de triturar rivales con la potencia de su boxeo, un estilo que la afición agradece al tratarse de finalizaciones mucho más espectaculares.
La victoria en un Etihad Arena abarrotado con 18.000 almas, que se vino abajo en el momento culminante de la velada, da a Topuria más poder todavía para decidir su destino. En el horizonte, El Matador tiene dos objetivos claros. Primero quiere confirmar la llegada de la UFC a España en 2025, si puede ser en el Santiago Bernabéu; lo siguiente será enfrentar una vez más a Volkanovski, presente en el pabellón y que subió al octágono para felicitarle. “Si alguien merece la revancha, ese es él”, aseguró el hispano-georgiano ante la promesa del micrófono. Con su primera defensa del título mundial, Ilia Topuria se consagra como gran superestrella de la UFC y principal referente de la nueva generación de grandes campeones. El Matador lo soñó y sigue soñando.
TEXTO TOMADO DE MUNDO DEPORTIVO
CUMPLE LO PROMETIDO EN EL TERCER ASALTO CON UN KO! 🇪🇸🇬🇪 @Topuriailia 🔱 #UFC308 pic.twitter.com/p1ZLbDNMJL
— UFC Español (@UFCEspanol) October 26, 2024