El Manchester City parece que se haya abonado a las victorias sufridas esta temporada y sumó otra más ante el Southampton en un partido en el que Erling Haaland mostró dos caras, pero que fue decisivo (1-0).
Hay quienes prefieren morir con sus ideas y es el caso de Russell Martin. Los ‘saints’ sorprendieron con su osado planteamiento de disputar la posesión a Pep Guardiola y los primeros 4 minutos lograron arrebatársela, aunque fue algo totalmente anecdótico. En parte porque el City se puso por delante justo después y, como no, gracias a Haaland. Matheus Nunes, de extremo otra vez, fue protagonista con un inicio desequilibrante y en su primera jugada por izquierda la picó al área, encontrando al ‘cyborg’ noruego, que agarrado claramente hizo una exhibición de fuerza para rematar cuando caía y anotó el primero (5′).
A partir de ahí, el partido recuperó la cordura y fue el City el que se hizo con el dominio total, embotellando a un Southampton que hizo ejercicio de supervivencia. Y con nota, pues cerraron los carriles interiores y al campeón de la Premier no le quedó más remedio que entrar por fuera. Nunes hizo un aviso en una buena jugada personal, pero tuvo más presencia Savinho, el que más lo intentó, aunque Ramsdale no tuvo excesivo trabajo en el primer tiempo. Sí que sacó con acierto en la última un voleón de Kovacic que vio en el último momento, pero poco más.
Acabó el Southampton con su oportunidad más clara para rascar algo ante el City. Una mala salida de zona de Rúben Dias dejó a Archer corriendo prácticamente solo ante Ederson y, apretado por Gvardiol, la enganchó al larguero con su izquierda. Un susto importante para los de Manchester, que no perdieron los nervios tras el paso por vestuarios. Sí que estuvieron faltos de puntería y, extrañamente, personificado en Haaland.
Savinho seguía siendo el mejor y bien pudo haber salido asistiendo en varias ocasiones. El primero en desperdiciar una gran jugada del brasileño fue Foden, pero nada que ver con los dos regalos que no supo meter dentro el noruego, que falló a menos de un metro de la línea. Primero con su zurda, directamente fuera, y más tarde rematando para atrás con su cabeza. Como para no tirarse de los pelos.
Por suerte para Guardiola, al Southampton le faltaron argumentos para ser contendiente de verdad a los puntos. Su mérito estuvo en jugar en alguna ocasión en campo del City durante los últimos minutos, aunque sin inquietar a Ederson. Es más, Haaland tuvo una última en un mano a mano para convertir, pero ganó Ramsdale. Victoria por la mínima de Guardiola, y ya van cuatro en esta Premier League, las tres últimas consecutivas.
TEXTO TOMADO DE MUNDO DEPORTIVO