Más de un millón de usuarios se estima que han salido afectados por la paralización del transporte urbano. El gremio reclama un alza de pasajes, que durante 15 años se ha mantenido en $ 0,30.

Los usuarios vivieron el lunes una jornada de caos. A unos les tomó por sorpresa la paralización y eso alteró sus jornadas. Y este martes la jornada ha comenzado similar.

En sectores del norte y noroeste de la ciudad, los usuarios esperaron por más de una hora para encontrar una alternativa para movilizarse.

Buses que circulan por la periferia, expresos escolares, camionetas y tricimotos salieron a suplir la ausencia de casi el 80 % de las cooperativas que operan en Guayaquil.

Muchos llegaron tarde a sus trabajos y los alumnos pasaron peripecias para llegar a sus establecimientos ante la falta de buses.

Por la desesperación, unos se trepaban en el balde de camionetas para poder trasladarse. Otros caminaban hacia paradas de la Metrovía para tratar de hacer conexiones.

Los usuarios han pagado entre $ 1 y $ 1,50 en camionetas y expresos que brindan el servicio de traslado al centro de la ciudad. Los valores difieren según el trayecto. Carros particulares también ofrecen el servicio a $ 1,25 por pasajero del norte a la zona central.

Los taxirrutas que tienen servicios del centro a zonas del norte y sur han sido alternativa para traslado. Estos cobran $ 1,75 del centro a sectores como Mucho Lote, Villa Bonita y otros. La tarde de este lunes esa opción tenía demanda en estaciones improvisadas que tienen en calles del centro.

La Metrovía, que tiene una tarifa de $ 0,30, activó más unidades para dar soporte ante la falta de buses urbanos.

Texto tomado del diario El Universo