Los últimos días no han tenido que ser fáciles para Imane Khelif. La boxeadora intergénero argelina ganó en tan sólo 46 segundos su primer combate ante la italiana Carini, lo que acabó generando la mayor polémica de estos Juegos Olímpicos de París. Todo el debate viene porque la IBA no deja participar a Khelif en sus competiciones desde el año pasado al no pasar unos test de género, lo que derivó en una ola de odio en redes que se dividió entre los que defendían sus derechos y los que definían como «injusticia» su participación el París.
Con las aguas más calmadas, y toda la información puesta sobre la mesa, la realidad es que Khelif siempre ha competido como una mujer, que es lo que se siente ella misma. No es ‘trans’, como muchas noticias han dicho, ni se siente un hombre. Por esto, el propio COI ha salido en defensa de la púgil para reafirmar que cualquier mujer tiene derecho a competir en unos Juegos, confirmando la participación de Khelif en la ronda de cuartos de final, que ha disputado ante la húngara Luca Anna Hamori.
El combate ha sido claramente dominado por la argelina, que se ha impuesto por decisión unánime para sellar su pase a semifinales y asegurarse como mínimo la medalla de bronce. Sin embargo, la boxeadora ha roto a llorar tras consumar su victoria, fruto de todas las críticas recibidas estos días y la presión a la que ha estado expuesta. En silencio, y sin dar declaraciones durante toda la semana, ha subido al ring para ser superior una vez más.
De hecho, tras todo el show que montó Carini en su debut en los Juegos, repitiendo en varias ocasiones «no es justo» durante la decisión, ayer se retractaba y pedía perdón a Khelif. «Lo siento por mi oponente. Si el COI ha dicho que puede luchar, respeto esa decisión», dijo a la Gazzetta dello Sport.
De hecho, la boxeadora italiana justificó sus actos en la tensión del momento, confesando que no era su intención provocar todo esto. «No era mi intención. En realidad, quiero pedirle disculpas a ella y a todo el mundo. Estaba molesta porque mis Olimpiadas se habían esfumado», sentenció.
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FUENTE: MARCA.