La transgénero no binaria que hará historia en los Juegos

“Hola, soy Nikki y soy transgénero. Eso significa que no me identifico con el género que me asignaron al nacer”, empezaba diciendo. Posteriormente aclaró que la mejor manera de explicar su género es decir que es fluido: “A veces me despierto sintiéndome como una reina poderosa y otros días me despierto como si solo fuera un chico siendo un chico”, Así anunciaba en sus redes sociales Nikki Hiltz su condición de persona transgénero no binaria. Firme activista para defender los derechos del colectivo LGTBI+, Hiltz, estadounidense de 29 años, será la primera persona no binaria en competir en los Juegos Olímpicos, en los que está inscrita para los 1.500 metros femeninos.

“Publicar esto es emocionante y aterrador, pero soy y siempre seré una firme creyente de que la vulnerabilidad y la visibilidad son esenciales para crear el cambio social y la aceptación”, escribió cuando decidió hacer publica su identiad de género. Nikki no se identifica como hombre ni mujer a pesar de que su sexo asignado al nacer fue el femenino. El deporte organizado bajo el manto de las federaciones internacionales y el COI mantiene el formato tradicional con dos géneros, y el femenino, el que se le asignó al nacer, es el que acoge el debut de Hiltz en unos Juegos.

Su pronombre escogido para determinarse es ‘Elle’ y, por el deporte, no se ha sometido a ningún tratamiento hormonal porque afectaría a su elegibilidad para seguir compitiendo como atleta profesional. De hecho, el que Hiltz compita como mujer no ha levantado ningún debate sobre justicia competitiva entre rivales y estamentos deportivos. Hace dos años, los resultados de la nadadora transgénero Lia Thomas, físicamente muy superior a sus adversarias, levantó enormes críticas que llevaron a la FINA a prohibir a las transgénero competir en pruebas bajo su manto, un problema que World Athletics se encontró también en su día ante la irrupción de la sudafricana Caster Semenya, la mejor especialista mundial de 800 metros hasta que una regulación de los niveles de testosterona permitidos le impidió volver a competir en pruebas de mediofondo.

Hiltz no tiene ese problema, pero no se considera mujer aunque físicamente lo es para el COI. Se ganó la plaza olímpica en Oregon con brillantez, y hace un año batió el récord de la mlla de Estados Unidos que mantenía desde 1985, casi 40 años, nada menos que Mary Decker. Subcampeona mundial indoor en Glasgow, es una atleta de primer nivel, sin duda, aunque no es una de las favoritas máximas al podio en París.

Para Nikki, dar visibilidad al colectivo LGTBI+ es fundamental. Para ello organiza cada año una carrera popular, y mantiene vínculos muy sólidos con su familia, que la respalda de forma incondicional. “Tengo un sistema de apoyo increíble. Mi familia siempre me ha aceptado, cuando salí del armario sobre mi sexualidad y luego cuando hablé de mi identidad de género. Sólo sé que muchas personas queer no tienen ese amor y apoyo”.

TOMADO DE MUNDO DEPORTIVO

admin: