Con sus manos cruzadas y simbolizando con sus dedos el número 304, Lamine Yamal, la joya de la Selección de España de tan solo 16 años que le marcó el primer gol de la victoria por 2-1 a Francia en semifinales, les recuerda a todos sus orígenes: Rocafonda, un barrio marginal de Mataró, una localidad a unos 40 kilómetros de Barcelona.

¿Pero qué significa ese número para la tierra en la que se crio la figura de la Roja? Es la terminación del código postal: 08304. Desde que la estrella del conjunto Culé lo popularizó tras sus anotaciones, el barrio tomó bastante repercusión. Más de una vez se han viralizado fotos de niños que todavía viven allí imitando el festejo de su ídolo.

Pese a la nueva realidad que atraviesa el joven desde que es una de las principales figuras del fútbol mundial, todavía mantiene lazos con sus orígenes. De hecho, su abuela vive allí. Para graficar cómo es la zona en la que creció Yamal no hace falta mucho más que observar el último Estudio de la población de Mataró, que arrojó que Rocafonda es el barrio con mayor porcentaje de viviendas de cinco miembros, seis, ocho y más de ocho.

Yamal no solo es un caso único por el talento que desprende en el campo de juego pese a su juventud, sino que también porta con orgullo los símbolos de sus orígenes porque además de las referencias al barrio en sus festejos, también suele lucir botines con el mismo número y las banderas de los países en los que nacieron sus padres: Mounir Nasraoui, nacido en Marruecos, y Sheila Ebana, de Guinea Ecuatorial.

La popularidad del juvenil hicieron que poco a poco la mala fama del barrio también pasara a un segundo lugar. Es que si se habla de Rocafonda es improbable no remitirse al delantero que cuenta con una gambeta propia de potrero, que poco tiene que ver con el estereotipo de futbolista europeo, con más virtudes físicas que técnicas.

En España, los barrios como el que vio crecer a Yamal fueron tildados de «estercolero multicultural» por varios integrantes del partido ultraderechista VOX, liderado por Santiago Abascal, por lo que la visibilidad que le dio el atacante también sirvió para combatir discursos de ese tipo.

No es el único jugador que en la Eurocopa ha reflejado su ideología o historia porque, si bien no hizo una declaración explícita, tiene similitudes con lo realizado por el delantero francés Kylian Mbappé, que llamó a votar contra Marie Le Pen y tiene cosas en común con la historia de Yamal: ambos son hijos de inmigrantes y se criaron en barrios marginales que adoptaron a las personas que llegaban al Viejo Continente tras escapar de su países de orígenes en busca de un futuro mejor.

Ese futuro que probablemente soñaron sus padres, Yamal ya lo encontró. Y no solo es la gran esperanza del fútbol español, sino que ya se volvió una realidad. Con el gol ante Francia desplazó a Pelé como el futbolista más joven en jugar una semi de Eurocopa, Copa América o Mundial y también es el futbolista de menor edad en haber anotado en esta instancia. Un incipiente crack.

Texto tomado de TYC SPORTS