Luis Antonio Valencia, leyenda viva del fútbol ecuatoriano, conversó con Pepe Mera para UN TOQUE DE FÚTBOL acerca de cómo fue su relación con la prensa, lo ocurrido en el Piso 17 y su sueño de jugar el partido 100 con la selección nacional.

«Si me pides una entrevista con educación, yo te la doy. Y si son 2 horas o 3, no pasa nada. O si ya van al chantaje, eso no me gusta. Me ha pasado con algunas personas y no estoy para eso», expresó.

Luego, reveló: «Siempre tranquilo. Toda esa gente, cuando fue lo del Piso 17, aprovecharon para atacarme duro».

«No son todos, pero hay gente pícara. Si me comentó alguien, que si no le daba plata, no hablaba bien de mí. A mí no me importaba, me bastaba con que mi familia hable bien de mí. Y fue aquí en Ecuador y me lo he cruzado algunas veces», confesó.

También, sumó: «Intentaron dañar o dañaron mi imagen con lo del Piso 17. Para mi familia fue duro, pero todo se lo dejo a Dios. Él sabe el corazón que tengo. A la selección le tenía respeto, sabía lo que era vesatir esa camiseta. Llegará el momento en que Él pondrá las cosas en su lugar».

De si hubo resentimiento con FEF tras esa crisis, respondió: «Es un tema bien complicado. A veces me pongo a pensar y me cuestiono si hice cosas mal para pagarlas así. Quería mi partido 100 y retirarme bien de la selección. Son cosas complicadas, se lo dejo a Dios y llegará el momento que pueda hacer mi partido 100. Que mi familia me vea en la cancha y que sepan que lo pude cumplir».

De darse el juego 100, analizando qué jugadore podría invitar, manifestó: «Llevaría a la selección 2006, la de Alemania. Me gustaría que vayan algunos compañeros que estuvieron conmigo en Manchester United».

Finalmente, Toño relató: «Mi momento más alegre en el fútbol. Bueno, tengo 2. Cuando gané la Premier League y cuando vencimos a Uruguay en el Atahualpa para ir al Mundial 2014. Mi momento más triste del fútbol fue todo lo que pasó en Piso 17».

Para sentenciar, Valencia contestó la pregunta de si los directivos del balompié local tienen palabra. «El dirigente ecuatoriano no tiene palabra», dijo, aclarando que todas esas cosas aparecerán en el libro que lanzará próximamente.