No solo las polémicas acaparan el centro de la escena de la Primera Nacional. También los hechos de violencia que cada vez más frecuentes. El sábado por la noche, una hora antes de que se suspendieran los octavos de final entre Quilmes y Gimnasia de Mendoza por la agresión de la parcialidad cervecera al arquero Brian Olivera, se desató un enfrentamiento en San Martín entre los hinchas de Chacarita y la Policía que terminó con heridos y detenidos.

Minutos después del triunfo de Temperley, dos facciones de la barra funebrera, enojadas por la eliminación del equipo en el arranque del Reducido, intentaron pelearse en las cercanías del estadio y las fuerzas de seguridad intentaron dispersarlos con balas de goma.

Claro está que el accionar policial echó más leña al fuego y desencadenó un peligroso ida y vuelta en la intersección Mitre y Gutiérrez. Como respuesta, los fanáticos de Chacarita lanzaron piedrazos y hasta fuegos artificiales que no habían usado en el partido.

Después de varios minutos, y a la vista de todos los vecinos en las calles y balcones, se lograron disipar los incidentes, que tuvieron como saldo varios heridos y también seis detenidos, uno de ellos con pedido de captura.

Texto tomado de TYC Sports