Estaba clarísimo que la decisión adoptada por la FIFA al respecto del Mundial de 2030 no iba a ser al gusto de todos. Si bien la candidatura que venció fue la ibérica, representada por España, Marruecos y Portugal, se anunció también que se disputarán los partidos inaugurales de Uruguay, Argentina y Paraguay en sus respectivos países como homenaje al centenario del Mundial, por lo que se englobarán tres continentes.
Varios fueron los aficionados que criticaron esa decisión, al tener selecciones que van a viajar en un vuelo transoceánico y que afectará al descanso de sus deportistas. Voces autorizadas no se habían mostrado críticas hasta el momento y el que abrió la veda fue Marco Rose. «Vueltas y más vueltas de tuerca, ocurrencia especial por aquí, algo diferente por allá», expresó el técnico del RB Leipzig al respecto de la decisión tomada por la FIFA con el Mundial 2030.
No se quedó solo en eso, sino que valoró la situación más profundamente. «Lo primero que he pensado es que los jugadores van a tener que viajar mucho. ¿O los grupos se jugarán en un mismo país? Como pueden ver me surgen muchas dudas y me ha sorprendido mucho», insistió Rose, que en modo burlesco zanjó el tema aseverando que «acabaremos jugando en el Everest cuando alguien haga un campo allí y quiera explotarlo».
Aunque aun no se conocen exactamente cuales serán las sedes oficiales, repartidas entre España, Marruecos y Portugal, lo que sí es seguro, ya que así lo dijo Infantino, es que se darán esos tres partidos en Uruguay, Argentina y Paraguay, que son los que realmente generan problemas por la larga distancia de vuelo para disputar el resto de la fase de grupos en los países de la candidatura ibérica.
FUENTE: MUNDO DEPORTIVO.