Olivier Giroud, uno de los jugadores destacados de este Mundial de Qatar, no jugó una buena primera parte en la final de Francia ante Argentina y Didier Deschamps decidió sustituirle cuatro minutos antes del descanso (también a un errático Dembelé) para dar entrada al joven Marcus Thuram. Y las imágenes muestran lo mal que le sentó al delantero del Milan el cambio…

En el momento en el que se percató de que era uno de los afectados por la mala imagen de Francia en la primera mitad, Giroud se dirigió con calma hacia el banquillo, estrechando la mano de Thuram primero, Deschamps después y, por último a todos sus compañeros. Sin embargo, solo segundos después, y antes de llegar a sentarse, cogió un botellín de agua y lo hizo explotar contra el suelo, víctima de la rabia.

«Fue una elección táctica. Vi que nos faltaba energía. No me quejo de Olivier ni de Ousmane, lo hicieron bien pero vi que no estaban al cien por cien», dijo después Deschamps en rueda de prensa sobre el comentado cambio.

TOMADO DE MUNDO DEPORTIVO