Franck Ribéry anunció su retiro del fútbol profesional, a sus 39 años, tras el compromiso de su equipo, Salernitana, frente a Spezia. El extremo recibió una gran ovación del público, de sus colegas, y se despidió entre lágrimas del campo de juego.

En diálogo con La Gazzetta dello Sport, el francés brindó una entrevista en la que explicó que no se sintió «realmente preparado» para abandonar su carrera como futbolista, pero reconoció que «jugó con dolor» durante los primeros encuentros de la Serie A.

Respecto a uno de los choques iniciales de Salernitana, ante Roma, el galo aseguró: «No soy una persona frágil, pero durante los tres días siguientes a ese partido, no pude moverme. Los médicos dijeron que la situación era muy grave».

Y agregó: «Intenté recuperarme. No podía creer que me obligaran a parar. Quería elegir cuándo decir basta. Pero mi carrera futbolística ha terminado». Luego, concluyó: «Y lloré. Tengo sensibilidad. Sabía que este día llegaría, pero esto es malo. Todo ha pasado muy rápido. Demasiado. Y me duele».

Además, Ribéry detalló cuál fue su último intento para poder continuar en el fútbol: «Hace menos de un mes fui a Múnich para una consulta. Pensé: ‘tal vez, se encuentre una solución’. Sin embargo, tendré que operarme, pero solo para poder llevar una vida normal».

Por último, explicó qué estilo de jugador fue durante su carrera: «Soy alguien que vino de la calle, y quizás hoy no hay muchos como yo, que tengan el regate, la chispa, la fantasía. No puedo decir que fui el mejor, pero sí que fui diferente».

El nacido en Boulougne-sur-Mer se transformó en un emblema, tanto en el seleccionado francés, con el que salió subcampeón de la Copa del Mundo de 2006, como en Bayern Munich. En el gigante bávaro, el extremo conquistó 12 títulos, entre los que se destacan una UEFA Champions League, nueve trofeos de Bundesliga y un Mundial de Clubes.

Fuente: Directv Sports