El despilfarro económico del PSG no tiene recompensa

Dicen que el dinero ayuda, pero que no da la felicidad. Que se lo digan al PSG, que hoy vive una jornada de reflexión tras la eliminación en el Bernabéu. Más de una década después del desembarco de Qatar Sports Investment, el club sigue siendo diminuto en el contexto de la Champions. Ni con Messi ha cambiado esa percepción, también discutido en Francia porque no ha alcanzado el nivel que se esperaba cuando se marchó en agosto de Barcelona.

Al PSG se le acaban las ideas pero no los recursos económicos, obsesionado con entronizarse en Europa. Desde que firmó un cheque para liberar a Neymar en 2017, el cuadro parisino se ha gastado la friolera de 712 millones de euros. Ese mismo verano también llegó Mbappé procedente del Mónaco, la joya de la corona. Sin embargo, ni uno ni otro pudieron dar el paso definitivo que se esperaba fuera de las fronteras de Francia.

Tras esos dos nombres tan mediáticos, en los años posteriores llegaron otros como ParedesBuffon, Ander Herrera o Keylor Navas. En 2021 hubo pirotecnia: el PSG aprovechó que DonnarummaSergio RamosWijnaldum Messi acababan contrato con sus respectivos equipos y se los llevó gratis a París. Todo para ganar la Champions. El despilfarro económico de estos últimos cinco años sigue sin tener recompensa. El emir de Qatar no encuentra soluciones válidas.

TOMADO DE MUNDO DEPORTIVO

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