Cuesta creer que Guardiola, tipo inquieto por definición, no haya empezado a pensar en la final de la Champions a menos de dos semanas para ir a Oporto: “No he hablado ni un segundo sobre el Chelsea”, asegura. Dice que va paso a paso. Mañana el City juega a domicilio frente al Brighton. En la última jornada, contra el Everton. Ambos intrascendentes para un equipo que es campeón de la Premier desde la semana pasada.
Pep, sin embargo, no ve señales de relajamiento en el vestuario: “Hemos tenido dos días libres, y siempre les digo que desconecten con sus familias y amigos, pero al volver les he visto centrados, conscientes de que tienen que estar preparados para trabajar”, puntualiza el entrenador de un City que va a desplazarse al sur de Inglaterra sin Agüero, con pequeñas molestias. El próximo fin de semana espera que esté a punto para poder despedirse de su gente en el Etihad.
De Bruyne va a acompañar al equipo a Brighton. La duda, si va a jugar o no: “Ha completado un par de entrenamientos y se siente bien”, informa el catalán. Aunque lo más importante es que esté a punto para jugar ante el Chelsea el 29 de mayo. Esa es, sin discusión, la cita más importante de su historia: “Nunca hemos jugado una final de la Champions. No hace falta decir mucho. Pero por ahora, la mejor forma de preparar ese partido es prestando atención a los dos de liga”, añade. La prueba, que Ederson va a ser titular en ambos.
Un Guardiola que aprovechó para valorar la noche que tuvo Ferran Torres en St James’ Park: “Tiene calidad para jugar como ariete a pesar de que su posición natural es de extremo. Hubo un momento de la temporada en la que estaba triste, enfadado con el mundo, y no jugó. Cuando empezó a centrarse, le han salido las cosas. El fútbol no espera a nadie, pero a veces te recompensa”, explica el de Santpedor, que aún no quiere poner todos los focos en el Chelsea.
TOMADO DE MUNDO DEPORTIVO