Javier Burrai, arquero de Barcelona Sporting Club, fue entrevistado por el periodista Eduardo Andino para DESALINEADOS acerca de su año ante las situaciones difíciles que le tocó vivir previo a «Barcelona campeón 2020».

Por la lesión en Libertadores, donde se lastimó el rostro, contó: «Lo de la cara es una anécdota más, de hecho fue algo que saqué barato, no me quedó cicatriz; no es como lo de mi papá, fue una pérdida y lo más duro que me ha tocado vivir».

«Me aferro a sus pensamientos, a la compañía de todos estos años. Es algo raro. En lo personal ha sido el año más difícil y triste, pero en lo deportivo fue el mejor año», agregó el cancerbero del ‘Ídolo’.

De ese partido en Poroviejo, días después de la muerte de su papá, relató: «Pensé en mi viejo todo el tiempo. Los últimos 5 minutos deseaba que termine el partido, ya quería descargar. Era inevitable no recordar a mi padre, es una alegría representarlo bien». Vale recordar que fue la gran figura en ese encuentro, los amarillos ganaron 2-0.

Respecto a qué le emocionó más de su ‘viejo’ en su vida, confesó: «A mi viejo nunca lo vi llorar. Cuando firmé mi primer contrato con Arsenal, y mi mamá me dijo que lo vio llorar. Esa alegría que él sentía cuando me iba bien me emociona».

De quién lo ayudó a levantarse, contestó: «Flor… El pilar fundamental para levantarme fue mi mujer. Se bancó mi cara de culo, mis llantos; mis malas contestaciones. Son cosas difíciles. Tenemos mucho tiempo juntos, pero recién nos pasaba algo así; lo supimos llevar bien, y se da porque nos queremos. Fue la más importante. Y obvio que mis compañeros y cuerpo técnico también me ayudaban en el día a día, para volver a la rutina».

Finalmente, de qué le diría a su papá si lo viera en frente, Burrai fue breve: «Que lo quiero mucho».

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Nota de: Víctor Loor Bonilla