Roberto Ordóñez, atacante del Club Sport Emelec, ofreció una entrevista a DIARIO EXTRA y relató lo que le costó llegar a ser futbolista profesional. Aseguró que antes no tenía para el pasaje del bus ni para merendar.

«La verdad es que no había dinero para el bus y tocaba decirle al chofer que nos deje pasar por arriba del torniquete para no marcar. Por hacer eso, varias veces decía que cuando llegue a ser jugador le iba a dar la camiseta, en este tema quedé endeudado. La chirez te hacía pensar muchas cosas con tal de subirme al carro», expresó ‘La Tuka’.

«Vivía en Manta en el 2007, no me pagaban y le debía a una señora de una tiendita hasta $200 y $80 en un kiosco. Me fijaba bien en el almuerzo, porque no había para la merienda. Luego descubrimos que podía cocinar maduro y comer con queso. Eso lo hicimos por varios días. Ahora me río, pero en ese tiempo daba mucha hambre», recordó.

Después, el delantero prosiguió: «La verdad que éramos muy pobres. No había para juguetes en fin de año, veía pasarlos nada más. Pero una vez en casa hicieron un gran esfuerzo y me compraron unos zapatos de foquitos. Uno era pelado y no quería que se ensucien y hago la grande. Los lavo y se dañaron las luces. Lloraba porque los zapatos ya no prendían, pero todo era para que estén limpios».

Después, Ordóñez puntualizó: «Yo me defiendo en la cocina, juego vivo. Pero está cuarentena tuve una mala racha. Una torta me salió bien, pero me tocó hacer otra, creo que le puse demasiada harina y cuando esperaba que se infle que era lo normal, el cake se chupó, era una torta flaquita. No sé qué pasó, nos quedamos con ganas de probarlo».

Nota de: Víctor Loor Bonilla