Cuando empieza un Mundial, todos esperamos ver a los mejores jugadores en acción. Estos torneos han supuesto la coronación de futbolistas históricos como Maradona, Cannavaro o Xavi Hernández. Sin embargo, siempre hay puntos negros. Rusia 2018 se ha caracterizado por ser un Mundial impredecible, en el que muchas de las estrellas del fútbol actual se han visto superadas, incapaces de cambiar el futuro de sus selecciones y, en muchos momentos, desapareciendo en los momentos más importantes.
Neymar (Brasil)
El brasileño se marchó de Rusia más recordado por sus 'piscinazos' que por su rendimiento en el terreno de juego. Si bien es cierto que intentó aparecer cuando Brasil lo necesitó, fue con más corazón que cabeza. Estuvo desacertado tanto en sus regates como de cara a puerta. Llegó falto de ritmo competitivo, y se notó.
Messi (Argentina)
Otra decepción para la hinchada albiceleste. El que muchos consideraban sucesor de Maradona volvió a mostrar su peor versión en un torneo que se ha convertido en una maldición. Messi llegaba en buena forma tras una temporada en el que había levantado dos títulos, pero perdió sus habilidades una vez pisó suelo ruso. Sus buenos momentos se pueden contar en minutos.
De Gea (España)
En un verano en el que había vuelto a sonar para reforzar la portería del Real Madridtras su gran año en el United, muchos lo señalan como principal culpable de la eliminación de España. Solo realizó una parada en todo el Mundial, en lo que es un récord negativo en la competición. Cometió varios errores groseros y no fue capaz de parar ni un penalti en la decisiva tanda ante Rusia.
Salah (Egipto)
Tras convertirse en la gran sensación de la Premier League, Salah llegó a Rusia con la ilusión de meter a su selección en la siguiente ronda, en un grupo teóricamente sencillo. Sin embargo, no fue capaz de liderar a una Egipto que no fue capaz de ganar ni un solo partido y que cayó derrotada con estrépito ante la anfitriona. Su lesión de hombro sufrida en la final de Champions League le afectó más de lo esperado.
Lewandowski (Polonia)
Muchos creen que Polonia ha sido la peor selección del Mundial, y es inevitable relacionarlo con su estrella. Desaparecido en sus tres encuentros, se marchó sin haber marcado un solo gol en el que ha podido ser su última participación en la copa del mundo. Si quería buscar una salida del Bayern Múnich es evidente que no se ha vendido bien en este Mundial.
Özil (Alemania)
La actual campeona del mundo quedó eliminada en primera ronda. Dentro del desastre general, afición y prensa centran sus críticas en el jugador del Arsenal. Jugadores míticos de la "Mannschaft" como Bierhoff o Matthäus llegaron a pedir su renuncia. Perdió la titularidad tras un primer partido lamentable, y cuando la recuperó ante Corea, demostró estar muy lejos de su mejor nivel.
James (Colombia)
Aunque las lesiones han marcado su Mundial, James no ha estado a la altura. Jugadores como Quintero o Falcao han tomado mayor protagonismo y han sido los encargados de liderar a una Colombia de la que se esperaba algo más. Sus lagrimas tras la eliminación demuestran la frustración de no haber podido ayudar lo suficiente.
Silva (España)
En el que ha podido ser su último Mundial, el del Manchester City ha jugado su peor torneo con la selección española. A pesar de su poca participación en los partidos, Hierro le mantuvo en el once. En ningún momento fue capaz de abrir las defensas cerradas que se encontró España. El que había sido máximo goleador del equipo durante la fase de clasificación fue el peor en el ataque.
Guedes (Portugal)
El pueblo portugués esperaba que Rusia 2018 fuese el torneo en el que Gonzalo Guedes diese el salto de promesa a realidad, y decepcionó. No fue capaz de acompañar a Cristiano Ronaldo en ataque, dejando demasiado solo al '7'. El que muchos ven como futuro líder de Portugal no dejó buenas sensaciones en su primer gran torneo.
Higuaín (Argentina)
Un nuevo Mundial en el que se señala al jugador de la Juventus. Suele estar entre los más criticados de la Albiceleste, y en Rusia no ha hecho mucho por cambiar esa dinámica. Ha perdido la confianza del técnico, que solo lo utilizó de titular en un partido. Disfrutó de minutos, pero fue uno más. Se volvió a mostrar desacertado de cara a puerta y no aportó lo que se le pide a un '9' de una selección como la Argentina.