Neymar Jr. tardará mucho tiempo en olvidar su primera visita al Velodrome de Marsella con el PSG. El delantero brasileño, que ya dio el cante en los prolegómenos del choque, se las prometía muy felices cuando logró equilibrar el marcador en el primer tiempo con el 1-1 provisional. Sin embargo, todo se desmoronaría en una segunda mitad en la que se hundió paulatinamente.
La entrada de Draxler y Di María sobre el terreno de juego no desatascó a un PSG que, para colmo de males, tuvo que ver como Thauvin volvía a poner por delante al ‘OM’. Por el camino, Neymar se topó con la versión más agresiva de la hinchada marsellesa. La policía y los agentes de seguridad del estadio tuvieron que habilitar, incluso, al brasileño para que pudiese ejecutar los saques de esquina.
La presión de la grada, además, tardó muy poco en trasladarse al césped. En el tramo final del choque varios jugadores se cebaron con el ’10’ y ‘Ney’ acabó picando. Dos minutos después de recibir una cartulina amarilla por protestar debido a que los jugadores del Marsella perdían tiempo, el brasileño cavó su propia tumba en el Velodrome.
Corría el minuto 87 y Neymar cayó en la trampa de Ocampos. El argentino persiguió al ’10’ hazte provocar su derribo y posterior reacción airada y logró su objetivo. ‘Ney’ se elevó de forma enérgica y topó con su rostro intencionadamente contra el del centrocampista argentino del ‘OM’, que rápidamente se dejó caer sobre el césped. El resultado fue letal para los intereses del PSG: El colegiado Ruddy Buquet mostró cartulina amarilla a ambos y Neymar tuvo que enfilar el camino de los vestuarios.
El ’10’, lejos de asumir su error con naturalidad, se marchó aplaudiendo al colegiado de forma socarrona, en una imagen que a muchos recordó su última expulsión con el FC Barcelona ante el Málaga en La Rosaleda la campaña pasada.