Ángel María Villar vuelve a estar dentro del ojo del huracán. La Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil ha iniciado esta mañana una redada con varios registros a la cúpula de la Real Federación Española Fútbol (RFEF). La operación se ha saldado con la detención del propio Ángel María Villar, reelegido para su octavo mandato hace tan sólo 58 días, y su hijo Gorka Villar.
Los registros obedecen a supuestos manejos económicos del presidente de la RFEF y de su hijo en provecho personal de ambos y en prejuicio de la tesorería de la Federación. También se estarían analizando supuestos tratos de favor de Villar a dirigentes territoriales para garantizarse su puesto, el que ha mantenido desde hace casi 30 años.
La operación Soule se ha iniciado a primera hora de la mañana de este martes y está bajo la supervisión del juez de la Audiencia Nacional Santiago Pedraz, en coordinación con las fiscales anticorrupción Inmaculada Violán y Esther González, y está bajo secreto de sumario.
Los agentes llevan indagando sobre la trama de Villar desde hace más de un año por supuestos delitos de corrupción entre particulares, falsedad documental, administración desleal y apropiación indebida, todo ello en relación con la organización de partidos internacionales.
La agencia EFE, tras contactar con fuentes de la investigación, apunta que también habría sido detenido el vicepresidente económico de la RFEF y presidente de la Federación tinerfeña, Juan Padrón. Se espera que el operativo se salde con una decena de arrestos a lo largo del día, entre ellos, el de Ramón Hernández Baussou, secretario de la Federación tinerfeña. Por el momento se están registrando y requiriendo documentación en la federación y varios despachos profesionales, así como en algunos domicilios particulares.
Fue a principios del pasado año cuando se iniciaron las pesquisas después de una denuncia formulada por el Consejo Superior de Deportes en la que acusaba al máximo responsable de la RFEF de impulsar la celebración de partidos entre la selección española de fútbol y otras selecciones, consiguiendo contraprestaciones para la contratación de servicios y otras relaciones comerciales en beneficio del hijo de Villar, abogado experto en derecho deportivo.
La Dirección General de la Guardia Civil precisa en un comunicado que los investigadores han determinado que el vicepresidente económico de la RFEF “se habría excedido presuntamente en sus facultades de administración del patrimonio” de la entidad.