Jesús Vallejo no teme al “peso de la camiseta” del Real Madrid que vestirá a partir de esta temporada luego de pasar dos años cedido en el Zaragoza y el Eintracht Frankfurt. Y tampoco al peso simbólico del dorsal número 3, que ha heredado de Pepe.

“Para mí es un orgullo poder llevar el dorsal que llevaba Pepe”, señaló Vallejo en rueda de prensa celebrada este viernes en el estadio Santiago Bernabéu tras su presentación oficial como jugador del Real Madrid.

“(La presión por el dorsal) es la que se quiera poner cada uno; yo no me lo pongo. Es orgullo y responsabilidad, nada más”, agregó. El último hombre en portar el ‘3’ blanco lo hizo durante una década y dejó un hueco difícil de llenar. Si no por una cuestión competitiva, pues hace rato que Sergio Ramos y Raphael Varane figuran como la pareja titular en el centro de la zaga, por trayectoria y persistencia.

El central español fue uno de los primeros fichajes de Florentino Pérez tras adoptar una nueva política, la de mirar hacia el futuro y rejuvenecer al plantel. Han pasado dos desde aquel 31 de julio de 2015 en que el Real Madrid pagara seis millones de euros al Zaragoza por sus derechos federativos.

El Madrid empleó con el entonces jugador de 18 años una fórmula que ha probado exitosamente con varios jugadores de la cantera: permitir que concluyan su preparación como cedidos en equipos que, aunque carezcan del renombre del cuadro merengue, militan en Ligas de alta competencia. Así pasó una temporada más, la 2014-15 en su club de origen, el Real Zaragoza, donde a la corta edad de 18 años llegó a portar el brazalete de capitán.

“Fue decisión del míster y los compañeros. Era consciente que llevaba el brazalete, pero a la vez intentaba aprender de los más veteranos y tengo que agradecerles porque aprendí un montón y crecí mucho como persona y como jugador”, comentó el jugador.

Al año siguiente, fue enviado al Eintracht Frankfurt alemán, donde se convirtió en uno de los jugadores base de Niko Kovac.

Al igual que en Zaragoza, el central español dice haber “aprendido un montón” durante su estancia en Alemania, sin embargo, se mostró consciente de que continúa “en ese proceso de aprendizaje”. Es por eso que sostiene que no llegó a “impacientarse” en los dos años que se mantuvo lejos del Bernabéu.

«No; impacientarme no. Estos años de cesión me he sentido muy a gusto. Quería estar aquí pero respeté la decisión de la directiva y disfruté mucho”, dijo.

Vallejo se apega al guión merengue, quizás por la continua convivencia en las categorías inferiores de la selección con los que mañana serán sus compañeros – como los canteranos Marcos Llorente y Borja Mayoral – y sobre todo, por el ejemplo de Marco Asensio, quien después de dos temporadas cedido en Mallorca y Espanyol, ha tenido un año de ‘novato’ de ensueño en el equipo de Zinedine Zidane, colaborando activamente en la conquista de dos títulos, Liga y Champions.

“El año pasado cuando nos juntamos en las concentraciones de la selección hablaba mucho con Marco Asensio; me decía que era una pasada, que disfrutaba mucho esto. Un chaval que estaba en la cantera del Mallorca. No se habló de él a nivel individual. Es un ejemplo, no sólo para mí si no para el resto de generaciones que vienen detrás”, dijo Jesús Vallejo.

El central quiere empezar a labrarse un nombre como su compañero en la selección, pero para eso tiene un largo camino que recorrer.

Aunque llega a cubrir la baja del portugués, Vallejo parte como cuarto central, detrás de Ramos, Varane y Nacho Fernández, hombres a los que ve como “referentes”.

“Por supuesto me he fijado mucho en Nacho. Y en todos los centrales del Real Madrid. No es fácil estar aquí; son espejos y referentes no sólo hasta ahora, lo seguirán siendo en el vestuario”, dijo.

Jesús Vallejo, de 20 años, será a partir de hoy uno de los más jóvenes, al lado de Borja Mayoral y Theo Hernández; todos ellos nacidos en 1997. Su juventud, sin embargo, no será obstáculo para que ponga “pelea” para ganarse la titularidad.

“Por supuesto (va a pelear por un puesto). Todos tenemos que pensar lo mismo, a ser cada día mejores. El Real Madrid significa el club más importante del mundo. Los valores que transmite, y nosotros los futbolistas somos responsables de trasladarlos, no sólo fuera del campo, también dentro debemos darlo todo. Es algo en lo que siempre me he fijado mucho”, señaló.