La Superliga china no cesa en su exponencial crecimiento y, después de firmar a algunos de los mejores jugadores del planeta, ha dado un paso más para lograr ser una de las referencias futbolísticas a nivel mundial. Carlos Tévez y Óscar han sido los dos últimos jugadores que se han dejado seducir por el dinero del gigante asiático, que va muy en serio en su idea de encumbrar su liga en la élite del balompié.
Tanto es así que las constantes acusaciones de amaños de partidos y corrupción de la liga ya tiene una respuesta inmediata: llevar a los mejores árbitros a la que quieren hacer la mejor liga del mundo. El primer nombre de la lista es el recién elegido como mejor árbitro de 2016 según la IFFHS: el inglés Mark Clattenburg.
El prestigioso colegiado de la Premier League fue el encargado de dirigir la final de la Eurocopa en la que Portugal se impuso a Francia, la final de la Champions League que ganó el Real Madrid al Atlético (aunque se tragó el fuera de juego en el gol de Sergio Ramos) o la final de la FA Cup en donde los red devils vencieron al Crystal Palace, y es seguramente el árbitro mejor considerado del panorama futbolístico europeo.
Así pues, las muchas estrellas que juegan en el fútbol chino (Hulk, Lavezzi, Alex Teixeira, Jackson Martínez, Ramires, Gervinho, Graziano Pellé, Paulinho…) serían arbitradas por colegiados de primer nivel, algo en lo que ya estarían trabajando los máximos mandatarios de la Superliga, que estuvieron presentes en la gala de los Globe Soccer Adwards de Dubai, donde Clattenburg recibió el galardón a mejor árbitro del año.
Aunque de momento sólo son simples rumores, la idea de cambiar la Premier League por la Chinese Super League puede hacerse realidad si, al igual que a los futbolistas, Clattenburg y los demás árbitros pretendidos (hasta el momento sólo se ha sabido el del inglés) reciben suculentas ofertas del fútbol asiático. Tiempo al tiempo.