El Barcelona es sublime aplazando la resolución de problemas (véase el patrocinio de la camiseta) pero al conjunto barcelonista se le acerca una ola sobre la que ya no va a poder surfear más. Se trata del deseo de Neymar de disputar este verano dos torneos con la selección brasileña. Primero, la Copa América del Centenario, que se disputará en Estados Unidos del 3 al 26 de junio (es decir, nada más concluir la Liga) y luego disputar los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro que están programados del 5 al 21 de agosto, es decir, en la parte final de la pretemporada e inicio del curso oficial en el caso de jugar alguna Supercopa. En definitiva, de cumplir esos dos compromisos, el brasileño se queda sin vacaciones.
Y eso al Barcelona no le gusta. La idea del club catalán es la de convencer a Neymar de que únicamente juegue uno de los dos torneos. A poder ser los Juegos Olímpicos. Creen en el Barça que es la competición olímpica la que más ilusión le hará al jugador; por disputarse en su país, porque es la única competición que no ha ganado Brasil y por favorecer un periodo de vacaciones tras la temporada regular.
No obstante, parece que el futbolista no está por regularse. Lo quiere jugar todo. En declaraciones a la Cadena O’Globo, afirmó:“Soy joven y quiero jugar las dos competiciones. Si no lo hago ahora que soy joven no sé cuando lo voy a poder hacer”.
Palabras que se suman a las de su padre, que en una entrevista al diario ARA afirmó que “Neymar lo quiere jugar todo”. Marrón al canto para el club azulgrana.
El precedente de Pep y Messi
No es la primera vez que el Barcelona se enfrenta al dilema de si es conveniente dejar que una de sus estrellas dispute los Juegos Olímpicos en plena competición. En 2008, Guardiola gestionó a la perfección el caso con Messi, que le pidió acudir a los Juegos de Pekín a pesar de que el TAS le daba al Barcelona la posibilidad de veto. Guardiola le dejó ir en medio de una previa de Champions, Messi ganó la medalla de oro y el Barça, todo lo demás.