El juez federal de Argentina Claudio Bonadio decidió darles prisión domiciliaria a los empresarios Hugo y Mariano Jinkis, detenidos en la Argentina por el escándalo que sacudió a la FIFA que tenía que ver con una serie de delitos que fueron descubiertos al mundo por parte de la justicia de Estados Unidos.
Bonadio decidió rechazarle la excarcelación que pretendían las defensas de ambos, pero hizo lugar a la prisión domiciliaria y fijó una caución de 8 millones para Hugo y 4 para su hijo Mariano. Cosa que no interfiere en un proceso de extradición hacia Norteamérica.
La diferencia entre las fianzas, sostuvo en su disposición el magistrado, se debe a que Mariano, contrariamente a su padre, tiene "ausencia de limitaciones físicas, y el consecuente potencial para soportar una eventual fuga" indica el portal Canchallena.
Los Jinkis son un elemento clave en la investigación ya que estuvieron inmersos en todo el negocio de los contratos televisivos con respecto a ciertos torneos de la CONMEBOL.