Este jueves el diario español Marca realizó un especial de Mushuc Runa, donde hizo mención su corta historia y le dieron énfasis que es el primer club indígena en primera división en el fútbol.

A continuación te reproducimos la nota que se publicó hoy en MARCA.COM

mushucmarca

Indígenas de Primera

El Mushuc Runa hizo historia en el fútbol mundial al ser el primer club cien por cien de origen indígena en participar en Primera división tras su ascenso en diciembre de 2013. La institución ecuatoriana tiene su origen en la ciudad de Ambato (provincia de Tungurahua) y fue fundado en 2003.

La comunidad aborigen, que tiene como primer idioma el kichwa (una derivación del quechua), se lanzó a la aventura en la creación de un equipo después de que los socios de su propia cooperativa de ahorros y créditos se mostraran interesados en competir futbolísticamente.

Con el fin de que los funcionarios y trabajadores de la entidad financiera pudiesen dar rienda suelta a su pasión futbolística, comenzaron a ser asiduos en los torneos barriales de la comunidad indígena Juan Benigno Vela y Pilahuín.

Pasaron solo dos años y la historia fue tomando color para el Mushuc Runa -Hombre Nuevo en su idioma-. En 2005 se inscribieron en la Liga de fútbol profesional de la provincia. Tan rápido fue el crecimiento desde el amauteurismo que en 2012 ascendieron a Segunda división, logrando un hito sin precedentes por sus orígenes autóctonos.

Es ahí cuando los directivos del Ponchito, como llaman al Mushuc Runa por la imagen de esta indumentaria india en su escudo, que representa la sangre derramada por sus ancestros incas ante los colonizadores, deciden apostar por el argentino César Vigevani para comenzar a dar forma a un proyecto de estabilidad de la institución en la segunda categoría del fútbol profesional de Ecuador.

Vigevani había llegado a Ecuador para fundar el filial del River Plate argentino, donde había sido técnico de las categorías inferiores -entre otros, tuvo a sus órdenes a Gio Simeone, el hijo de El Cholo-. «Me entusiasmó el proyecto desde el momento en que me lo contaron. Querían asentarse en Segunda y el objetivo era no descender, por lo que realizamos un proyecto deportivo para tratar de ascender en tres años, pero el destino quiso que en la primera temporada diésemos la sorpresa y logramos subir a Primera. Hicimos historia», comentaba a MARCA.

«La experiencia de convivir con ellos fue extraordinaria -se marchó del club tras 10 jornadas en Primera-, porque el intercambio cultural que hay es muy importante para ellos, ya que hasta poco tiempo formaban parte de un sector excluido, porque no tenían un espacio en la sociedad cultural y deportiva del país», explica el estratega Vigevani.

Sobre el carácter de los indígenas, el argentino, opina: «No son para nada expresivos, más bien se caracterizan por ser gente tímida porque se sienten retraídos al considerarse marginados, pero el fútbol les devolvió a la cúspide. Llegué a Ambato para hacer algo diferente y lo logré. Somos el tercer equipo de la ciudad y el único en Primera. Incluso, nuestro crecimiento fomentó el recelo y la envidia de muchos por el crecimiento de la institución. El fútbol y nuestro éxito les ayudaron a romper ese muro».

«Cuando a los pueblos indígenas se les consideraba aptos solo para la agricultura, ganadería y otras actividades relacionadas al campo, nadie pensaba que podíamos administrar una institución financiera. Cuando las instituciones financieras tradicionales calificaban a los indígenas al igual que a los sectores urbano-marginales como sujetos de crédito de alto riesgo, poco confiables y no rentables, nace la Cooperativa de Ahorro y Crédito», reza en el sitio web del banco cooperativista de donde se nutren la todas las comunidades aborígenes del Chibuleo.

Nota: Jeanpierre Molina
@tuski16