Cada vez que Diego Armando Maradona habla, deja frases que rebotan, que hacen ruido. Imposible no detenerse a escuchar sus palabras… Y por lo visto, el Diez volvió a llamar la atención con sus declaraciones. En un avance del programa El Lado B que Fabricio Oberto conduce en TyC Sports y que se emitirá en octubre con Diego como invitado, se nota que la entrevista fue jugosa.

Fiel a su estilo, el mejor futbolista de la historia dejó su sello. Recordando su etapa como jugador, Maradona afirmó: «Yo di ventajas con mi enfermedad. ¿Sabés qué jugador hubies sido si no hubiese tomado droga? De la puta madre… Los europeos iban al piso, eran duros, pero yo sabía que con mi técnica me los iba a comer. Yo tenía claro que la pelota es una sola y no me iban a poder parar. Cuando me la daban, ahí había quilombo. Y hasta mi último suspiro en esta vida voy a seguir pensando igual».

La alegría que le generó haber jugado el famoso Partido por la Paz, una iniciativa del Papa Francisco, se debió, en parte, a su familia. «Estoy feliz porque mi nieto me vio jugar. Y mis hijas vieron, más allá de todo lo que se dice, que puedo aguantar 90 minutos a mis 53 años», afirmó. Cuando Oberto hizo hincapié en su edad, Diego agregó: «53 pero en realidad voy como para 78, ja… Porque la realidad es que mi vida no fue normal, je… Eso hay que decirlo. Veo que dicen ‘uy, che, Diego tiene 53’. Pero yo, con todo lo que me pasó en la vida, siento que viví 80…».

De buen humor, con la relajación que da realizar una nota de ese estilo, también habló de la Selección. Primero, de su salida como técnico luego del Mundial de Sudafrica: «Me fui mal, muy dolido porque yo quería seguir. Creí en un amigo y hoy estúpidamente lo volvería a hacer porque mis amigos son mis amigos. No veía a la selección en las Eliminatorias, pero en el Mundial uno lo siente. Es mentira que tenemos sangre roja, tenemos sangre celeste y blanca».

Luego, del rendimiento del equipo argentino en Brasil: «Yo quería que la selección ganara. En la final no teníamos con qué atacarla a Alemania y ellos tenían 50 variantes más que nosotros en ataque. En cuanto Alemania acelerara, cagábamos. Tuvimos la del Pipa, que era gol. De 10 jugadas así, 9 van adentro. El Pipa se puso los botines al revés ese día. Yo igual te digo que Argentina no tuvo rivales fuertes como para hacerse fuerte. Me pareció que no tuvo esa convicción que te da el ganarle a un grande como para decir ‘acá estamos, acá venimos y acá lo ganamos’. Fue una lástima» , expreso el 10.