En muchas ocasiones se piensa que el fútbol sólo tiene un tipo de protagonista, el que patea el esférico. Ese jugador puede cumplir muchas funciones, puede ser el que habilita, el que convierte, el que la quita y el que la saca; cada uno con su función exacta en el campo de juego.

Todos sabemos que hay formas de jugar al fútbol, pero la forma, la bendita forma no la eligen los jugadores, es el director técnico.

El famoso entrenador es el culpable del espectáculo de alto nivel estético o de alto nivel táctico (lo estético con lo táctico pueden ser antónimos dentro del fútbol) En esta semana de las semifinales de ida en la Liga de Campeones de la UEFA el tema de moda fue «la forma», como Mourinho, Simeone, Ancelotti y Guardiola presentaron su forma de jugar un partido. Al menos yo estoy harto de la frase «es que ese equipo no propone», todos los que equipos proponen, proponen juego ofensivo o defensivo que es muy distinto, todos los equipo a este nivel tienen una propuesta marcada, hay otros muy mediocres que realmente no juegan a nada, los intérpretes (jugadores) salen «silvestremente» a jugar, pero en el fútbol a otro nivel.

Para demostrar tu estilo de juego, debes imponer condiciones, usualmente el que mejor se adapta a las condiciones del partido es el ganador. Dos semifinales totalmente distintas, muy ricas en lo táctico ambas, para un amante del calcio italiano estas semifinales debieron ser sensacionales pero para el común seguidor del «fútbol-show» fue un rotundo fracaso. José, Diego y Carlo tienen algo en común, ellos se adaptan, planean su estrategia muchas veces dependiendo del rival pero Josep no. Él, con sus equipos, sabe que es «tan bueno» que juega igual contra cualquiera, el estilo no cambia, el plan siempre es el mismo.

Bajo ese concepto, los equipos de Guardiola siempre te abren una posibilidad, el de planear como contrarrestar, de esa manera el Real Madrid ayer tuvo muchas más opciones que el Bayern Múnich durante todo el partido, teniendo no más del 25% de la posesión durante el partido. Los merengues se adaptaron a su rival, porque es lo suficientemente humilde para aceptar que sí juegas de igual a igual contra un equipo de Pep, probablemente te golean.

Por otro lado, la semifinal de Atlético-Chelsea, tiene a dos grandes plantillas, geniales estrategas pero que son muy parecidos.

¿Atacan bien? Claro que sí
¿Defiende bien? Mejor que lo que atacan

Allí la razón lógica para el empate, los dos se adaptaron al rival, ninguno se impuso totalmente, porque para estos técnicos, el show sí es importante pero en esta instancia más importante termina siendo el título.

Semifinales abiertas para la semana entrante, el Chelsea deberá proponer y el Atlético entrará en su zona de confort a la contra, al no recibir goles de local en el Vicente Calderón cualquier empate con goles llevaría a los del «Cholo» a la final en Lisboa y del otro lado volveremos a ver a un Bayern proponiendo contra un Real Madrid contragolpeador, sí el Madrid convierte un gol de visita, el equipo de Pep tendrá que convertir al menos tres goles para clasificar.

¿El fin justifica los medios? Aquí cambió la pregunta a: ¿el fin justifica la forma? Muchas veces sí, para mi es justificable cambiar sí aceptas que eres menos que tu rival, para eso necesitas analizarte y analizar al rival. La famosa forma