La Premier League no se da tregua y el Arsenal demostró no sufrir resaca de la derrota contra el Bayern de Múnich entre semana para batir el Wolverhampton (0-2) y recuperar el liderato.

Había cierto estado de alarma en los minutos anteriores al empezar el partido por ver como llegarían los ‘gunners’, más tras el partido del City ante el Chelsea. No tuvo nada que ver. Jugaron los de Arteta como si no hubieran dicho adiós a la Champions League el pasado martes. Frescos, alegres, confiados y dinámicos ante un Wolves que no tuvo oportunidad y que seguramente mereció encajar varios goles.

Esa es la asignatura pendiente del Arsenal, la de materializar la cantidad de oportunidades que genera. Habrá que ir a por un punta en verano, se habla de Ivan Toney, pero de momento los londinenses tiran con lo que tienen y como pueden. Esta vez jugó Gabriel Jesus de punta y Havertz por detrás en un duelo que se dominó de cabo a rabo, se trazaron combinaciones muy veloces pero en el que, una vez más, faltó mordiente en los metros finales.

Es más, entre tanta ocasión, y como ya le ha ocurrido anteriormente, en la única que tuvo el Wolverhampton casi la pagan. Un paradón de Raya y el palo evitaron que Gomes adelantara a su equipo, pero por fortuna fue el único susto para los ‘gunners’, que fueron capaces de romper su mala racha.

Un actor secundario como Trossard fue el que dio la tranquilidad. El belga, excelente en su rol este curso, demostró que es de los que más gol tiene pegándole de primeras con la uña y anotando un golazo por toda la escuadra justo antes del descanso (45′). Pero a ese no le siguió ninguno más, el partido volvió a funcionar igual, con un Arsenal produciendo mucho y rematando mal.

Titubeó solo unos minutos el equipo de Arteta. Fue entre el 70′ y el 80′ cuando el Wolves tuvo sus mejores momentos con balón y lo entendió así el técnico español, que metió a Thomas Partey para controlar la situación en medio campo. Acierto total, porque no volvió a correr peligro el Arsenal, que encima encontró el segundo tanto en el descuento, obra de Odegaard (95′), para sellar un triunfo importantísimo.

TEXTO TOMADO DE MUNDO DEPORTIVO