No ajeno a la crisis que afecta a Inglaterra, el presidente del Tottenham, Daniel Levy, ha desvelado en un comunicado la necesidad de reducir gastos como han hecho otros equipos del continente como el Barça, la Juventus o el Bayern. Con tal de proteger y preservar el empleo, se ha tomado la controvertida decisión de reducir hasta un 20% el sueldo de sus 550 trabajadores entre abril y mayo, circunstancia que se revisará en función de la evolución de la pandemia del COVID-19.

Una medida que por ahora no atañe a los jugadores ni al cuerpo técnico de Mourinho: “Deseamos que las negociaciones entre la Premier, la Asociación de Futbolistas Profesionales y la Asociación de Entrenadores lleguen a un acuerdo para ayudar en estos momentos”, añade en esta nota en la que da por sentado la contribución de los principales actores. Se desconoce por ahora el tanto por ciento de deducción de sus sueldos, que se ha llegado a plantear que alcance el 50%.

Preocupado por la situación general, el Tottenham se ha visto en la tesitura de tomar una decisión complicada: “Tenemos que darnos cuenta que el fútbol no puede estar en una burbuja al margen de la sociedad. El virus no tiene fronteras. Hay que trabajar unidos para reducir el impacto de esta crisis para que no ponga en riesgo la estabilidad del club”, subraya Daniel Levy, además de desear que regrese la normalidad cuanto antes y poder ver a sus aficionados en la cancha del Tottenham.

Un escrito en primera persona en el que el presidente no da crédito a que se hable sobre posibles incorporaciones en verano. Un asunto menor, superficial: “Hablamos de 786.000 infectados por el virus y cerca de 38.000 muertos. No he visto nada igual en mi vida. Estoy seguro de que vamos a salir de esta crisis pero necesitaremos tiempo”, concluye Levy en esta carta en la que informa de una rebaja del sueldo de sus trabajadores obligado por el escenario actual.