El culebrón de Philippe Coutinho sólo acaba de empezar. Con el fútbol parado, el brasileño se ha quedado sin la oportunidad de demostrar en el Bayern de Múnich y lograr convencer a la directiva que hagan un gran desembolso por él. La realidad es otra. En poco más de dos meses volverá a recalar en el Barcelona, cosa que no le gusta demasiado. Por eso el propio jugador está buscando una solución: se ha ofrecido al Chelsea. El club londinense está interesado y encaja perfectamente en los planes de Frank Lampard.

Sin embargo, el problema no es otro que su alto coste. El Barcelona pagó 160 millones de euros por Coutinho al Liverpool en enero de 2018 y quiere recuperar parte de esa inversión. Por eso, pedirá una gran tarifa por el centrocampista para poder recaudar fondos y hacer negocios este mismo verano. Con ese dinero ingresado de la venta de Coutinho, destinarlo a reforzar alguna parte de la plantilla.

Ahí está el problema. La mayoría de los clubes interesados en Coutinho (United, Tottenham, Arsenal…) están dispuestos a aceptar una cesión. Pero no su compra. Su alto coste hace casi imposible su adquisición. Además, el valor del jugador ha menguado. Sus dos temporadas discretas en Barcelona y Múnich ha ocasionado una bajada drástica. A sus 27 años, el futuro de Coutinho está más en el aire que nunca…