La crisis que vive el mundo daría otras prioridades al cuadro blaugrana que no vería prudente gastar una suma tan alta de dinero por el brasileño.

El posible fichaje de Neymar Da Silva por Barcelona se pone cada vez más complicado. A pesar de que la intención de aprovechar la oportunidad para recuperar al brasileño, si se daba, existía antes de la crisis sociosanitaria y financiera generada por la pandemia del COVID-19 lo cierto es que el nuevo estado de las cosas obliga al club a replantearse la situación y a jerarquizar objetivos en un mercado de traspasos que, de momento, no se ha visto alterado, pero que lo hará con toda seguridad en la medida que empiecen a aclararse las fechas para concluir la presente temporada, como es la intención de los estamentos federativos locales e internacionales.

Es evidente que tanto el club catalán como la inmensa mayoría de equipos de élite afrontan una situación de pérdidas multimillonarias en función de cómo se resuelva la temporada. El cuadro blaugrana tendrá una reunión de emergencia para analizar todo estos temas y en la que, seguramente, se hablará de que no es prudente gastar tanto dinero trayendo a Neymar.

Recordemos que se da la circunstancia de que será la FIFA la que fije el precio de Neymar en caso de que quiera salir y exista un club comprador. Es decir, la oportunidad de ficharlo es real, pero el club azulgrana puede no estar en condiciones de afrontar una operación cuyo traspaso puede oscilar entre 150 y 180 millones de euros y comprometer otras incorporaciones tan o más importantes que la del brasileño. Es bien sabido que en la carpeta también están Lautaro Martínez, entre otros.