Kiko Casilla ha sido duramente sancionado con ocho partidos y cerca de 70.000 euros de multa por proferir insultos racistas a Jonathan Leko, jugador del Charlton. Aquello sucedió en un partido del Leeds, del pasado 28 de septiembre. El guardameta lo negó enérgicamente, pero la FA Cup desoyó sus alegaciones y le ha condenado a una sanción que no solo le afecta en el plano deportivo, sino también en su futuro profesional.

El ex del Real Madrid ha sido acusado de infringir la Regla E3 de la FA, que considera insultos racistas como una «violación agravada». El Leeds, en su día, salió en defensa de Kiko Casilla, emitiendo una nota en la que informaba de que el jugador no había pronunciado tales palabras. De todos modos, el comité ha decidido imponerle la mínima sanción, que podría haber llegado a ser de 12 partidos.

John Brooks, árbitro de aquel enfrentamiento entre Charlton y Leeds, actuó de oficio y fue el que informó a la FA de que había escuchado insultos racistas de Casilla. El procedimiento reunió a lectores de labios e intérpretes de español para dilucidar qué es exactamente lo que dijo el portero. Así pues, la sanción responde a una investigación que ha sido cuestión de meses y que castiga con firmeza el presunto acto del internacional español.

De todos modos, Kiko Casilla todavía no se ha despedido de la temporada. A falta de once partidos para la conclusión del campeonato, está a tiempo de disputar las últimas citas. Se desconoce si el Leeds tomará medidas más allá de las impuestas por la FA contra él. Hasta el momento, al menos, era un indiscutible y sumaba todas las titularidades posibles en la Championship.