En una extensa entreista brindada a DIARIO EL COMERCIO, Antonio Valencia se sinceró sobre los hechos del ‘piso 17’. El jugador de Liga de Quito habla de sus reacciones frente a los insultos que ha recibido en estadios y redes sociales.

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Una de sus principales motivaciones para volver a en Ecuador fue estar cerca de su familia y disfrutar en el torneo local.

¿Logró sus objetivos? ¿Está teniendo lo que esperaba?

Hay dos caras: una positiva, que es estar cerca de mi familia, entrenarme en Liga o jugar de local en la Casa Blanca, donde siempre me reciben con cariño. Hay otra cara cuando jugamos fuera: estoy sorprendido con los insultos. Todo es extraño. Pese a ello, yo intento seguir disfrutando mi carrera.

¿Tiene una explicación de la resistencia hacia usted? En Liga sostienen que es por jugar en el club.

Creo que es por jugar en Liga, porque es el equipo ecuatoriano con más títulos. Tal vez por ahí esté el hecho de tanta rabia en redes contra el equipo y contra mí. Pero la verdad, esas son cosas secundarias.

¿Lee las críticas? ¿Cómo le llega la información?

No cargo (llevo) teléfono. Estoy en el equipo, hago videos o algo del entrenamiento, lo subo a redes y dejo el celular en el camerino. Los comentarios me llegan a través de familiares o amigos. Ayer, mi papi me dijo: «Oye, un señor escribió contra ti en un diario, no le hagas caso». Yo le digo: «papi, tranquilo que no lo leo, no cargo teléfono y no veo redes sociales». Intento que no me afecte.

Las críticas sostienen que está mal asesorado y que le hace falta autocrítica…

Soy autocrítico y trato de exigirme en los entrenamientos. La clave para triunfar es entrenarse bien y después eso se nota en los partidos. Me siento bien y puedo rendir más. En mi carrera nunca me preocupé por mi nivel, no lo hice ni en Manchester. Siempre la clave fue entrenarse bien. Yo llegué a Liga luego de una paralización importante, tenía tiempo sin jugar, pero cada vez me siento mejor y puedo dar más.

La verdad es triste. Y es más triste cuando no eres borracho. Quiero que me muestren un video en el que me vean tomando. No existe. O alguien que me haya visto borracho. Nadie. Todo esto fue una mala información que le llegó al Presidente de la Federación, de ahí surgió todo esto de Brasil, del ‘piso 17’.

Me quedé sorprendido que en un estadio tan lindo como el de Emelec la gente me haya gritado eso.

¿No fue un error reunirse en su cuarto en Brasil luego de una derrota? Allí empezaron los señalamientos fuertes contra usted.

Siempre nos hemos reunido en mi habitación, incluso en la Casa de la Selección, para comer empanadas y jugar naipe. Una vez, incluso cocinamos en la madrugada con Pedro Quiñónez y Christian Benítez (+).

¿Hubo alcohol?

No hubo nada. La gente dijo cosas sin sentido. No tomamos. Un detalle: en Manchester es normal que después de los partidos, la gente tenga a su disposición vino y cerveza en el comedor. Tú sabrás si tomas o no, depende del profesionalismo del jugador. En el caso de la Selección, no hubo una información adecuada y se nos acusó de algo que no sucedió.

¿Ese fue el final de su historia en la Selección?

En la vida todo puede pasar. Yo amo a este país. Lo he defendido en la Selección y lo he defendido 14 años como jugador en Europa. Este es un país de gente humilde y bien intencionada. Claro que en los últimos 10 años la gente vivió con más ira: voy a Quito y la gente pita en los autos, se bajan, se insultan. Me sorprende. Ojalá poco a poco volvamos a la paz.

Lleva 99 partidos en la Selección. ¿Cómo ha visto el proceso de estos meses?

Hay que apoyar a los muchachos, hoy más que nunca. Hemos tenido momentos dolorosos, como el 6-1 de Argentina. ¡Hace tiempo no nos goleaban así! Hay una buena generación y a ella hay que sumarle gente de experiencia, ponerle unos cuatro experimentados que vayan empujando y les vayan hablando sobre qué es jugar por Ecuador.

¿Cuánto afecta que el equipo no tenga un DT?

Afecta mucho. La Federación debería decidir si deja al ‘profe’ (Jorge) Célico, que es un gran entrenador. Pero ya necesitaría empezar su proceso. O si quieren extranjero, perfecto, ya tráiganlo. Aunque también en Ambato está (Paúl) Vélez ¡Sangre ecuatoriana! Podría empezar un proceso y dejar las bases para una clasificación en esta o la siguiente eliminatoria.

¿Cuál es el rol de la dirigencia en este proceso?

El futbolista de la Selección debe tener todas las comodidades. Eso tiene que hacer el dirigente: que el jugador viaje en primera, que esté bien descansado para rendir. No en hoteles de 30 o 40 euros. Hay que invertir porque esto es la Selección, es lo más importante.

Ya ganó una Copa en Liga. Sus compañeros le dedicaron el trofeo.

Agradezco el cariño de mis compañeros. Fue especial ganar la Copa Ecuador. Ahora vamos a pelear por el Campeonato nacional. Empezamos hoy con Universidad Católica, un gran equipo.