Ya le ocurrió a Inglaterra frente a Montenegro en marzo, por los cánticos racistas que sufrió particularmente Sterling a lo largo de todo el partido. Desgraciadamente, en la primera parte del partido contra Bulgaria en Sofía, los Three Lions volvieron a sufrir cánticos racistas por parte de los aficionados locales y que obligaron al árbitro, tras quejas del capitán Kane, a detener en dos ocasiones el partido durante unos minutos.

Todo ello mientras el vendaval de goles visitantes ponía un claro 0-4 en el marcador. Entre los episodios de racismo y el marcador, eran muchos los aficionados locales que abandonaron el encuentro durante los primeros 45 minutos, ya sea por no participar del circo racista o por no ver la goleada que le estaba cayendo a su selección.

Hay que recordar que el estadio Natsionalen Vasil Levski tiene cerrados 5.000 asientos por decisión de la UEFA por racismo en los duelos contra la República Checa y Kosovo.