Ramón Ábila vivió un disgusto el pasado fin de semana al ser alertado por su familia en Córdoba de una amenaza de muerte anónima. El futbolista viajó a su ciudad natal y ya regresó a Buenos Aires para entrenarse junto al plantel conducido por Gustavo Alfaro. Los familiares de Wanchope permanecen con custodia policial.

No fue la mejor semana para el delantero de Boca que después de recuperarse de un desgarro en su aductor derecho volvió a jugar con el equipo en el empate contra Newell’s por la Superliga y disputó todo el superclásico contra River por la ida de las semifinales de la Copa Libertadores. Días después del cotejo en el Monumental, se confirmó una molestia muscular que lo marginó del duelo con Defensa y Justicia y lo pone en duda para la revancha contra el Millonario.

Y este mismo fin de semana se registró el disgusto personal por el llamado intimidatorio contra su círculo íntimo en Córdoba. Wanchope figuraba en la lista de concentrados para visitar al Halcón en Florencio Varela pero fue desafectado por lesión. El domingo se hizo estudios para determinar el grado de la lesión y luego se dirigió a su tierra para acompañar a sus familiares (hijo, ex mujer y padres). Desde la institución de la Ribera le confirmaron la noticia a Infobae, que indagó con fiscales cordobeses que optaron por no hacer declaraciones.

El plantel xeneize se reencontrará en el Complejo Pedro Pompilio esta tarde, a las 17, para empezar a preparar los compromisos ante Racing (sábado 19 de octubre) por la Superliga y River (martes 22) por la Libertadores. Cabe recordar que este fin de semana no habrá acción por la fecha FIFA.

Ábila estará presente junto al resto de sus compañeros aunque realizará tareas diferenciadas por la molestia que arrastra en el sóleo derecho. Es una incógnita si podrá ser considerado por Alfaro para el desquite en la Bombonera frente al elenco de Marcelo Gallardo. Lo seguro es que lo aguardarán hasta última hora.