Cuesta poner en contexto el inesperado tropiezo del City, un equipo rutilante que, sin embargo, no es impermeable a los malos días. El campeón inglés también es vulnerable o si se quiere humano, desconcertado por un Wolves aseado y sobre todo sacrificado.

Una tarde aciaga para el conjunto de Guardiola, expuesto ahora a ocho puntos de distancia con el Liverpool que parecen un abismo a pesar de que la Premier no se pierde en octubre. Estas son las claves de la derrota del City:

1- Poca consistencia defensiva

No se explica el City sin Laporte del mismo modo que tampoco se entiende el Liverpool sin Van Dijk. Dos centrales que combaten esa idea de que los premios individuales solo los pueden ganar los delanteros. La ausencia del francés ha supuesto un punto de inflexión negativo para el cuadro de Manchester, mucho más inestable con Otamendi y FernandinhoGuardiola protegió a ambos ante la prensa pero las pérdidas en la primera fase del juego condenaron al City ante el Wolves.

Tres regalos insólitos en el primer tiempo sirvieron como preludio: “Fue un mal día, a veces pasa. Nos pusimos nerviosos y reaccionar después de esos errores es casi imposible”, analizó el técnico catalán. Otamendi no se acaba de imponer, inseguro desde el día del Norwich, y Fernandinho es un buen acompañante siempre que sea con Laporte. Poca consistencia defensiva para un City que, sin conceder demasiado, recibe ocasiones claras que no desaprovechan sus oponentes.

2- Circulación lenta

Hace algunos partidos que el City no fluye como siempre, no solo ayer frente al Wolves. El equipo se encalla y, pese a dominar, no avasalla. Una tendencia peligrosa, básicamente porque a veces la posesión resulta infructuosa: “Tener el balón tiene que tener un sentido. Al control hay que darle emoción”, aseguró Guardiola este pasado verano en una entrevista en GOL. El trabajo pasa ahora por salir de la rutina para evitar que sus rivales, como hizo el Wolves, sepan cómo contrarrestarle.

3- Sterling y Mahrez, anulados

Estudiar al City es una cosa, saber desactivarlo otra. A diferencia de muchos otros entrenadores que llegan derrotados al Etihad, Nuno Espírito Santo preparó a conciencia el choque para sacar algo positivo de Manchester. Sabía el portugués que el campeón había encontrado el desequilibrio por fuera, con Sterling y MahrezTraoré y Vinagre, como carrileros, se encargaron de cubrir ese espacio, sobresaliente el sacrificio para anular a los dos hombres más en forma del City.

4- La presión de un Liverpool hegemónico

A tan solo un triunfo del récord que ostenta el City, el Liverpool encadena diecisiete consecutivos. Ocho esta temporada, infalible en el arranque de una Premier que no quiere dejar escapar. Hace tres décadas que Anfield persigue el sueño de gobernar en Inglaterra, demasiado tiempo para un equipo que ha sabido hacer las cosas en la Champions. No es sencillo gestionar ese ritmo para un City condicionado por la excelencia de su rival, dispuesto a mantenerse en el liderato.

La liga se decidió por un solo punto el año pasado. Este va camino de ello: “Es verdad que queda mucho todavía pero el Liverpool, por varias circunstancias, no pierde puntos”, dejó caer Pep, casi como queriendo decir que la suerte también se ha aliado con Klopp. El tanto de Wijnaldum ante el Sheffield y el tanto de penalti de Milner contra el Leicester en el último suspiro dan fe de ello. Hay que tener una pizca de fortuna, aunque el Liverpool tiene mucho más que eso. Por eso es, ahora, el líder incontestable de Inglaterra.