En el derbi entre Atlético de Madrid y Real Madrid hay muchos jugadores en los que el foco está apuntado desde el minuto 0. Uno de ellos es James Rodríguez , un hombre que pudo haber jugado el encuentro del Wanda Metropolitano de forma muy distinta.

El centrocampista colombiano fue, durante todo el mercado de pases, uno de los temas más candentes, sobre todo para Atlético de Madrid. El cuadro rojiblanco insistió en el fichaje, hasta el punto de que el consejero delegado de la entidad, Miguel Ángel Gil Marín, afirmó que lo querían en sus filas.

Sin embargo, hubo varias razones por las que finalmente James no cambió de bando en la capital de España y se quedó en Real Madrid, a pesar de que en un principio Zinedine Zidane no era partidario del regreso del colombiano.

Desde un principio, en las oficinas de la casa blanca se negaron a la posibilidad de que hubiera un tercer jugador, bien en propiedad, bien con pasado en el conjunto blanco, que saltase al Wanda Metropolitano defendiendo los intereses del eterno rival.

Además, en el caso de que saliese, Napoli era el destino preferido por parte del Madrid para que James continuase con su carrera. Sin embargo, las negativas de los italianos a un traspaso y su insistencia a la hora de conseguir la cesión hizo prácticamente imposible todo.

La pretemporada en Nueva Jersey y la falta de centrocampistas le abrió las puertas al cafetero para quedarse clave de la no marcha de James. Y eso que por esos días parecía haber un acuerdo casi listo entre ambos.

Finalmente, con la falta de centrocampistas, bien por traspasos, como fue el caso de Llorente y Mateo Kovacic, y las lesiones que están azotando a Real Madrid en este inicio de temporada, cerraron las puertas a la marcha de un jugador que se está reivindicando partido tras partido y que hasta el propio Zidane elogió en rueda de prensa.

Lo que pudo ser no fue, y ahora James, estará en otro derbi defendiendo la camiseta merengue, algo que parecía imposible hace un par de meses.