La gestión del intento de fichaje de Neymar (27 años) está dejando secuelas en el seno del FC Barcelona. La imagen del club, lanzado durante el verano a por un futbolista que le dejó tirado ante el mundo hace sólo dos años, ya quedó ‘tocada’ para muchos socios y aficionados que no veían bien intentar el retorno del brasileño.

También internamente esa decisión, asumida en primera persona por el presidente Bartomeu para afrontar el desgaste, generó tensión entre los directivos. De hecho, unos cuantos se manifestaron en contra de la operación a nivel interno y alguno incluso amenazó con dimitir en caso de que volviese el futbolista que les había engañado en el verano de 2017.

No hay que olvidar que todo un vicepresidente deportivo, Jordi Mestre, poco dado a buscar el foco mediático, se mostró confiado “al 200 por ciento” en que Ney se iba a quedar en el Barça. Si lo afirmó fue porque desde el entorno del brasileño así se lo habían asegurado a los pesos pesados de la junta en pleno lío con el crack.

La insistencia de algunos jugadores en el fichaje instigados por el propio Neymar, con Messi a la cabeza, también ha sido importante. Dejando de lado el aspecto emocional y sentimental, los futbolistas se centraron en la calidad futbolística del brasileño para argumentar las bondades de su fichaje ante el presidente. Ahora, unas declaraciones del capitán en las que aseguraba no saber si el club hizo todo lo necesario para poder contratar a su amigo Ney han vuelto a provocar una fuerte marejada interna, con algunos directivos y ejecutivos tan sorprendidos como enojados.

En esta tesitura, esa insistencia por fichar a Neymar ha provocado anticuerpos internos entre algunos miembros de la junta. Y eso se traduce en que se está empezando a abrir un debate interno en las áreas de decisión del club: ¿es bueno ir a por Neymar otra vez, o mejor tentar a Mbappé (20 años), la gran estrella emergente del fútbol mundial?

Si fue misión imposible intentar recuperar este verano a Ney, más difícil aún se antoja poder ir a por Mbappé y sacarlo del PSG antes del final de su contrato, en junio de 2022. Precisamente, en las mismas fechas en que finalizaría su contrato Neymar con el club parisino. Y eso porque ambos llegaron al Parque de los Príncipes al mismo tiempo, en el verano de 2017.