Fue el gran protagonista del partido de Azpeitia. Martin Odegaard no marcó, pero dio una asistencia y, sobre todo, ofreció un sinfín de recursos técnicos y una extraordinaria habilidad para ver líneas de pase y filtrar balones entre la zaga rival para dejar solo a sus compañeros. Obviamente, la exigencia estaba lejos de ser la de un partido de competición, pero el jugador noruego dejó unas sensaciones muy positivas con el balón en sus primeros 45 minutos como txuri urdin.

Durante ese tiempo no hizo sino constatar lo que había demostrado en su primera semana de entrenamientos. En Zubieta, el futbolista ha generado impacto entre los jugadores y los técnicos txuri urdin. Varios futbolistas del equipo blanquiazul han quedado impresionados con el nivel técnico del jugador cedido por el Real Madrid y los propios técnicos han trasladado impresiones muy positivas a los rectores blanquiazules.

Entre sus principales virtudes, su gran capacidad para manejar el balón, para recibir de espaldas y darse la vuelta y su visión de juego. Todo esto le convierte en un hombre idóneo para jugar en la posición en la que actuó en Azpeitia: como mediapunta.

En el primer acto del amistoso ante el Lagun Onak jugó por delante de Pardo Illarra y brilló. En la posición de enganche además carece de competencia en la Real, toda vez que ese puesto quedó completamente huérfano cuando Xabi Prieto colgó las botas.

Un equipo sin mediapunta

La pasada campaña, la Real echó en falta esa figura. En ocasiones jugó Mikel Oyarzabal por dentro o formaron dos interiores por delante de Illarramendi Zubeldia, sin un mediapunta específico.

Está por ver el encaje que tiene en el equipo cuando lleguen de vacaciones MerinoZubeldia Oyarzabal, ya que eso puede cambiar también la fisonomía del centro del campo.

Si Imanol se decanta por alinear a IllarraZubeldia Merino en la medular, podría quedar abocado a jugar en una de las bandas, donde quizá puede perderse su talento para leer líneas de pase y donde habría mayor competencia con OyarzabalJanuzajPortu Barrenetxea como candidatos a escoltar a Willian José o a Isak en la punta de lanza txuri urdin.

Implicado en la recuperación

Más allá de todas las capacidades que demostró ante el Lagun Onak con la pelota y de medio campo hacia arriba, Odegaard mostró también implicación en tareas defensivas. El nórdico robó varios balones y echó una mano a Illarramendi y a Pardo, evitando que el equipo se partiera en dos por la medular.

La pasada campaña disputó varios partidos en el Vitesse holandés como pivote y eso le permitió fajarse en tareas defensivas y mejorar en una faceta en la que apenas había trabajado en el Real Madrid. Sin duda, a Imanol le vendrá bien esa capacidad de sacrificio para no perder equilibrio.