Silvia Rodríguez, árbitra que estuvo presente en el partido de la Liga de las Estrellas, se manifestó después de lo ocurrido ayer. La Asociación de Ábitros la expulsó ayer por «no solicitar permiso» para asistir al compromiso.

Desde la Asociación de Árbitros jamás nos dieron una respuesta clara. Rodríguez se pronunció y envió un mensaje a las personas que han estado comentando acerca de ella.

«Y en cuanto a todo lo que ha sucedido, todas las llamadas recibidas y los muchos comentarios, en su mayoría de apoyo, se les agradece infinitamente», inició.

Luego, agregó: «No he querido pronunciarme ni he buscado cámaras como me ha insinuado el presidente de la asociación. Yo estoy feliz de haber participado en un evento como lo fue la Liga de las Estrellas, ya que su intención y mensaje fue UNIDAD; y adicional a eso expresar nuestro apoyo a los niños que luchan contra el Cáncer en nuestro país».

Después, acotó: «No tengo deseos de apelar ni de pertenecer a una asociación cuya persona que lo comanda toma a la ligera una carta de expulsión a un socio. Mal redactada, contraproducente. Aún esperando hasta el día de hoy que se me cite para que sea la misma entregada en mis manos».

«Yo no busqué perjudicar a nadie ni generar malos comentarios contra el gremio al cual pertenecí. En mi conciencia está que no he hecho nada ilícito ni inmoral, nada que dañe ni perjudique la imagen de la asociación de Guayas», sumó.

«Sin embargo, pienso que hay actividades en las que si deben centrarse y esclarecer. Desde el inicio se me complicó el camino más que a cualquiera por cuestiones personales que me reservo totalmente. Mi decisión de no seguir fueron simple y llanamente por buscar superación personal, académica y profesional. Ya que desde hace tiempo atrás no me sentía cómoda.

Finalmente, Rodríguez sentenció: «Me gusta argumentar con gente preparada y personas que muestren ética y profesionalismo. No con dueños de su propia verdad. Seguiré esperando a que se me cite formalmente, a recibir un documento físico y a la altura. Orgullosamente expulsada, no queriendo generar ni odio ni conflictos. Sé muy bien quién soy y qué hago día a día. El resto, no me interesa».

Nota de: Víctor Loor Bonilla