La paz de la práctica argentina se sacudió por una aeronave que se posó arriba de la cancha. ¿A quién pertenecía?

El estadio Manoel Barradas, conocido como Barradao, pertenece al Esporte Clube Vitoria. Su campo de juego está metido en un pozo y sus tribunas -con capacidad para 35 mil personas- forman una especie de herradura. Pintado de rojo y negro, lo rodea el silencio porque no hay edificaciones cercanos y el acceso es por una calle de poco tránsito y con un pequeño cerro cercano.

Ahí se entrena la Selección antes del debut con Colombia, este sábado por la Copa América. Y ahí, ese clima taciturno se vio sacudido por un helicóptero. Fue en la práctica del lunes, la primera en Brasil, que se realizó a puertas cerradas, Y la información trascendió en las últimas horas.

La primera reacción de los jugadores e integrantes del cuerpo técnico fue de sorpresa, que enseguida la dio paso a cierta alarma al no saber de qué se trataba. Algunos pensaron que el aparato pertenecía a algún canal de televisión brasileño, pero enseguida les dijeron que era de la Policía, muy celosa de la seguridad Argentina en Salvador, especialmente al momento de los traslados.

«No se escuchaba nada de lo que hablábamos entre nosotros. Por eso lo hicimos sacar», le contó a Olé alguien de la delegación, que por supuesto estaba en el perfecto césped del estadio cuando el ruido del helicóptero sacudió ese entrenamiento. Por eso, pidieron que se fuera, algo que se cumplió de inmediato.

En el segundo entrenamiento, ya con Olé y los demás medios como testigos presenciales (además de algunos hinchas)-, ya no hubo helicóptero que alarmara a Messi y compañía.