El jugador del Barcelona Leo Messi y su padre, Jorge Messi, suman otra causa en los juzgados desde este miércoles. Federico Rettori, exempleado de la fundación que creó el futbolista en 2007, ha denunciado hoy ante la Audiencia Nacional al propio Messi y a su padre, Jorge Messi. También al hermano del jugador, Rodrigo Messi, la agencia Social Team, a su fundador Alejandro Rebosio y «a todos aquellos que hayan gestionado fondos de la Fundación Leo Messi», según la denuncia, a la que ha tenido acceso eldiario.es.

Básicamente, el denunciante relata que tiene conocimiento de que la fundación no ha invertido en fines sociales el 70% de los ingresos, como obliga la ley, y da como ejemplo lo que vivió mientras trabajó allí. Señala que el padre de Messi le dio acceso a documentación y destaca como prueba del incumplimineto de inversión en proyectos sociales que en 2013 la fundación tenía un saldo de 6,1 millones y en 2017 era de 5,3, aunque quedaría por confirmar si esa escasa diferencia de saldo es porque ha tenido más ingresos y sí los ha invertido. Rettori dice en su denuncia que alertó varias veces al padre del jugador sobre movimientos dudosos en la fundación y que no se le hizo caso.

También relata gastos «exageradamente altísimos» en mobiliario (1,8 millones), alquiler de la oficina (480.000 euros) y destaca como indicio sospechoso que para gestionar todos los proyectos sociales solo hay «una sola empleada, la mujer de su hermano». Concluye su escrito ante la Audiencia pidiendo que se admita su escrito por los «presuntos delitos contra la Hacienda Pública, delitos contables, estafa y blanqueo de capitales».

Además, señala que el jugador firmó numerosos convenios en Qatar, y cita Dolce Gabbana, el libro Elegí Creer u Oredoo), «con lo que dejaron de tributarse ante la Hacienda Pública los ingresos derivados de dichos convenios millonarios».

No es el primer problema judicial o fiscal del jugador. De hecho, el mismo exempleado ha declarado en una causa que está abierta en Argentina, donde la fundación tiene también una sede que está siendo investigada. La justicia de aquel país imputó el pasado mes de noviembre a Messi y a su padre por un presunto delito de blanqueo de capitales. El juez del caso, Gustavo Meirovich, ordenó también hace unos meses levantar el secreto bancario relativo a propiedades y cuentas de ambos, su fundación y la empresa Limecu, para despejar sospechas sobre si lavó dinero negro que escapó al control de la hacienda pública. De hecho, Meirovich ha pedido a España su colaboración, ya que es donde está la matriz de la Fundación Messi, y le alerta de que el futbolista pudo cometer un «delito tributario perpetuado» en España a través de esa institución, «mediante la cual se habrían desviado a cuentas off shore, como un mecanismo de lavado del producto de ese eventual delito tributario», según el auto del juzgado argentino, al que ha tenido acceso eldiario.es.

Rettori, que fue colaborador de la fundación en 2010 en España y contratado en Rosario (Argentina) en 2014, ha declarado a este medio que su motivación para denunciar es que «las ayudas sociales lleguen a la gente con más transparencia y que no se utilicen estas instituciones para fines desmedidamente lucrativos y lejanos del propósito social que deberían tener». Añade que es «muy importante que en Argentiba se siga investigando en el juzgado del doctor Meirovich», en referencia a que otro juez ha solicitado que se inhiba del caso para cogerlo él.

Las fundaciones son instrumentos que permiten desgravar en el IRPF a quienes aportan dinero el 75% para los primeros 150 euros y un 30% para el resto de la donación. Es decir, están subvencionadas por el Estado, ya que ‘perdona’ algunos impuestos a los donantes por ser organizaciones «sin ánimo de lucro» en dedicadas a fines sociales, aunque en la lista de fundaciones españolas se ha aceptado incluso a la Fundación Francisco Franco.

A cambio de esas ventajas fiscales, el Estado exige que se le presenten cuentas anuales y que el 70% de los ingresos vayan a proyectos de los fines fundacionales, en el caso de Messi, a niños en riesgo a través de proyectos de deporte, educación y salud. Su fundación, de la que es presidente, no cumplió al menos el primer requisito, ya que estuvo en la opacidad total desde su creación en abril 2007 hasta junio de 2013, el primer año que se inscribió en el Registro de Fundaciones catalán pese a que es obligatorio hacerlo desde el inicio del funcionamiento. Unos días después de regularizar su fundación, el 12 de junio de 2013, la Fiscalía acusó a Messi de defraudar 4 millones de euros a Hacienda que no tributó de sus 10 millones de ingresos por derechos de imagen. Finalmente, tres años después fue condenado, junto a su padre -vocal de la fundación junto al hermano del futbolista- a 21 meses de prisión por tres delitos fiscales.

Según la red de periodismo de investigación EIC a la que pertenece El Mundo, que publicó la exclusiva conocida como Football Leaks, Hacienda ha estado investigando si el Barcelona pagó parte del salario de Messi a través de esta fundación para ahorrarse impuestos aunque no se conoce de momento la conclusión de estas indagaciones. Esas mismas fuentes aseguran que entre 2010 y 2013 el club de fútbol le pudo pagar 7,5 millones por este sistema.