En Londres impera la cautela en contraste con la convicción que existe en las calles de Liverpool, engalanada desde hace días. Se han decorado los taxis con banderas del cuadro de Anfield como si la ciudad no tuviera más representación, convencida de que la Champions volverá a casa. Hay optimismo antes de la final de Madrid a tan solo tres días para una cita que se espera con ilusión, aprendidos los errores que se cometieron el año pasado en Kiev para no volver a repetirlos.

No alcanza la razón para explicar el camino de Tottenham y Liverpool hasta el Metropolitano. Dos equipos que se conocen, asiduo el enfrentamiento entre ambos en Inglaterra. Resulta improbable que puedan sorprenderse a estas alturas aunque la estadística favorece a los hombres de Klopp. De los últimos trece choques ante el cuadro de White Hart Lane tan solo cedió una derrota que se remonta a 2017, cuando el Tottenham se impuso por 4-1 a su rival en la Premier League.

El Tottenham y el Liverpool se han visto las caras en 170 ocasiones entre todas las competiciones. En 79 veces se impusieron los ‘reds’ por las 48 de los ‘spurs’, con 43 empates de por medio. En Europa el dominio del cuadro de Anfield sigue siendo manifiesto. El único cruce entre ambos se produjo en las semifinales de la UEFA en 1973. Lindsay le dio al Liverpool una ventaja mínima en el partido de ida (1-0) y los dos tantos Heighway en la vuelta no le sirvieron al Tottenham para la remontada (2-1).

Aunque quizá el historial no influya en Madrid: “Quien tenga más ganas será campeón”, aseguró Fernando Llorente en la entrevista que concedió a Mundo Deportivo. No parece que el Tottenham se pueda dejar condicionar por el pasado, también esperanzado con romper con los pronósticos y coronarse como nuevo rey en Europa. El Liverpool parte con la ventaja de la historia pero nada de eso tendrá un mayor impacto cuando el colegiado Damir Skomina decrete el inicio en Madrid.