“Es ahora o nunca”. Esa es la frase que Zinedine Zidane ha querido transmitir directamente a Paul Pogba para que el centrocampista francés recale este verano en el Real Madrid. El jugador del Manchester United sigue siendo un objetivo primordial para el técnico madridista, pese a que en su penúltima rueda de prensa explicó que él no diría nada de su compatriota… “hasta que las cosas estén hechas”. Esa frase da a entender varias cosas: que el jugador y el técnico ya han mantenido varias conversaciones sobre un futuro con Pogba en el Madrid, el rol que desempeñaría: Zidane lo quiere utilizar como hizo Deschamps en el pasado Mundial de Rusia: en un doble pivote con libertad para llegar al área, e incluso por delante de ese doble pivote, otorgándole mayor libertad para que llegue al área rival.

El jugador, que a algunos allegados y amigos ya les ha insinuado su marcha del equipo de los Diablos Rojos (la no clasificación para disputar la Champions es un paso atrás para el equipo de Manchester), está más que abierto a escuchar estas propuestas. Ya hace cuatro años, en 2015, Zidane quiso incorporar al francés, como también en 2016, pero en su primera apuesta prefirió quedarse en la Juventus tras caer en la final de la Champions ante el Barcelona, mientras que un año después prefirió el dinero del Manchester a escuchar la propuesta del Madrid. El equipo mancunian pagó más de 100 millones para hacerse con sus servicios. Miembros de la directiva madridista pensaron entonces que habían caído en la trampa de su agente, Mino Raiola, de encarecer el precio a través de una ‘subasta’ sobre su representado.

Ahora, y tras el monumental batacazo que se ha dado el Madrid en esta temporada, la plantilla blanca necesita una necesaria renovación. Tras fichar a Militao, Pogba y Hazard figuran entre las futuras incorporaciones del conjunto blanco. Y todo parece indicar que a la tercera irá la vencida…