Neymar los nervios le volvieron a jugar una mala pasada este año, y van unas cuantas, lo que le acerca a una nueva suspensión tras agredir a un aficionado el pasado sábado después de perder la final de la Copa de Francia frente al Rennes.

“A nadie le gusta perder… Quien me conoce sabe lo competitivo que soy y cuánto me sacude una derrota. Pero perder es parte de la vida de un atleta, nos hace crecer, nos hace pensar, nos hace MEJORAR”, arrancó Neymar en su cuenta de Instagram.

“Feliz de poder volver a jugar, de volver a hacer gol y sentirme bien dentro de campo, pero el sentimiento mayor hoy es de tristeza”, sentenció el delantero del París Saint-Germain.

Su incidente con el aficionado del Rennes, que le espetó “aprende a jugar al fútbol”, lo coloca de nuevo en el disparadero y en puertas de una sanción más dura. Si la comisión de disciplina de la Federación entiende en su reunión del jueves que Neymar propinó un golpe al espectador, aun sin ocasionarle heridas (artículo 1-13), podrían caerle hasta ocho partidos.