Un ligero toque de Gündogan, abatido tras el encuentro por su infortunio, decantó el cruce a favor del Tottenham. Un roce innecesario privó al City de las semifinales de la Champions, fase maldita a la que no llegan desde el adiós de Pellegrini. Un detalle que cambia la perspectiva del análisis que se hace en Inglaterra después del tercer tropiezo consecutivo de Guardiola en Europa desde que llegó a Manchester: “No vine a ganar la Champions”, aseguró en la previa del encuentro.

No fue el mejor día para trasladar un mensaje que, en cualquier caso, podía servir de atenuante ante una eventual eliminación: “Guardiola no actuó como un hombre que cree que su equipo va a ganar. Del drama se pasó al trauma”, escribe ‘The Telegraph’. Su columnista, Luke Edwards, se muestra especialmente crítico: “Pep es el mejor entrenador de su generación, ha revolucionado el juego y ha ganado mucho así que ahora tiene que aceptar que se diga que es un fracaso”.

El artículo traza una analogía con el ámbito tecnológico para sostener su crítica al técnico catalán: “Guardiola es al fútbol lo que Mark Zuckerberges a las redes sociales. Un pionero, un genio. Una historia de éxito andante, que respira vida, pero también con defectos”. No pasan por alto que en tres años no haya alcanzado al menos la antesala de la final, incomprensible que no dominara al Tottenham con el resultado a favor: “Se descontroló y lo pagó caro”, asume ‘The Guardian’.

Un sueño roto, indisociable la titánica inversión que hizo el jeque desde la llegada de Guardiola al Etihad. Un tema recurrente sobre el que algunos, en cambio, discrepan. Henry Winter, periodista del ‘The Times’, destacó en su crónica que “Pep fue dignificado en la derrota. Cualquier crítica por otro resbalón en Europa tiene que ser descartada. Su equipo lo dio todo y ha jugado de forma increíble durante meses”, contraste con el desánimo colectivo final que hubo ayer en el estadio.

Otros rotativos más sensacionalistas como ‘The Sun’ o ‘Daily Mirror’ dedican parte de su portada a las decisiones que tomó el árbitro en apoyo con el VAR. Tras la erupción que vivió el Etihad con el tanto de Sterling, el apagón general al invalidarlo fue tremendo: “Fue muy cruel”, sostienen ambos, en la línea del discurso de Guardiola en una conferencia de prensa en la que quiso pasar página. Le queda la Premier y la FA Cup, pero la Champions sigue siendo el maleficio que le acompaña desde que salió del Camp Nou.